La construcción del Complejo Siderúrgico del Mutún registra un avance del 78%, informó este viernes el ministro de Minería y Metalurgia, Marcelino Quispe.
“Este proyecto beneficiará, especialmente, al departamento de Santa Cruz, con la generación de 700 fuentes de empleo directos y al menos unos 5.000 indirectos”, destacó en una conferencia de prensa junto al presidente de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), Jorge Alvarado.
El efecto multiplicador que generará en la región, una vez esté en funcionamiento el Complejo Siderúrgico del Mutún, será diverso: habrá inversión en infraestructura, desarrollo de capacidad técnica y profesionales en la fuerza laboral local, diversificación económica, inversión en salud, educación, entre otros.
Alvarado aseguró que “el sueño de las y los bolivianos de contar con la primera planta siderúrgica en Bolivia y producir nuestro propio acero para el mercado boliviano se está haciendo realidad”.
Ya se van completando etapas clave en el proceso de construcción, como por ejemplo el diseño del proyecto que está al 100%, y la fabricación de equipos en China, Alemania, Italia, Holanda, España, Francia, México y Estados Unidos alcanzó un 97% de avance.
Además, al sitio de construcción llegó el 80% de equipos que fueron transportados en alrededor de 1.900 camiones.
En la actualidad, las plantas de concentración, peletización, reducción directa del hierro, acería, laminación, central eléctrica y las plantas auxiliares están en plena ejecución de la obra civil y montaje de equipos.
Emplazado en un espacio de 42 hectáreas en el municipio de Puerto Suárez, en el departamento de Santa Cruz, el complejo está integrado por siete plantas: Planta de Concentración, Planta de Peletización, Planta de Reducción Directa del Hierro (DRI), Planta de Acería, Planta de Laminación, Planta de Central Eléctrica y Plantas Auxiliares (acueducto, gasoducto, oficinas, entre otros).
La producción de cerca de 200 mil toneladas de barras de construcción y alambrón al año permitirá sustituir las importaciones en aproximadamente un 50% en Bolivia.
Con la sustitución de las importaciones de acero y la industrialización de la materia prima de hierro, se evitará la fuga de $us 200 millones anuales.
La producción de alambrón podrá ser utilizado como materia prima de otras pequeñas industrias para la producción de clavos, tornillos, volandas, pernos, tuercas y otros que tienen gran demanda en el mercado nacional.
Fuente: ABI