La UE invertirá más de $us 50.500 millones en la región. Bolivia hace foco en planes de energía renovables. Analistas consideran que la caída de indicadores económicos y una posición política condicionan los recursos.
Después que la Unión Europea (UE) formalizará que invertirá 45.000 millones de euros ($us 50.500 millones) en planes de financiación en América Latina y el Caribe, a través de su herramienta Global Gateway, CAF-Banco de Desarrollo de América Latina dio a conocer que se han identificado 67 iniciativas nacionales y regionales para concretar la inversión europea, de los cuales Bolivia solo
pudo captar una que está dirigida a energías renovables.
El presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz, Juan Pablo Suárez, cree que la desmejora de los indicadores económicos de Bolivia repercute en la facilidad de acceso a financiamiento, además impide el flujo de Inversión Extranjera Directa (IED). “La desconfianza que genera una región o país es directamente proporcional a la dificultad de captar recursos desde el exterior”, apuntó, en alusión a que Bolivia solo hace foco en un proyecto (energías renovables) de los 67 identificados por CAF.
En criterio de Suárez, los recursos deben ser dirigidos de manera natural a los sectores donde la asignación sea más eficiente sin importar el ‘rótulo’ de bueno o malo. “Ya se vio en Europa que la forzada asignación de recursos a proyectos de disminución de energía nuclear o la generación de ‘energías verdes’ ha sido un remedio peor que la enfermedad”, dijo.
Para el economista Róger Banegas, la ausencia en la presentación de proyectos -por parte del Gobierno- es el principal factor en el acceso restringido a nuevos financiamientos de la comunidad internacional para impulsar la transición verde, así como la transformación digital. Cree que estas iniciativas de financiamiento están vinculadas con proyectos estratégicos nacionales y priorizados por el Gobierno.
Para el caso de Bolivia, cito que el objetivo actual se ha basado fundamentalmente en la construcción de una planta biodiesel I (en Santa Cruz) y una en El Alto (planta de biodiesel II), con el propósito de reducir la importación de diésel.
“A diferencia de otros países, no se aunan esfuerzos para presentar otros proyectos aditivos, con una perspectiva integral en el crecimiento sustentable y conseguir mayor financiamiento orientado hacia la economía circular, proyectos alternativos en inversiones verdes, la transformación digital, ciudades sostenibles, el mecanismo de financiamiento de bonos verdes, así como la modernización de los sistemas de agua y saneamiento básico”, afirmó Banegas.
Para Miguel Jiménez Canido, experto en relaciones internacionales, resulta llamativa la escasa participación de proyectos a ser financiados en Bolivia. Esto, a su juicio, puede ocurrir por dos motivos: que el Gobierno no esté priorizando los temas de agenda internacional y las tendencias en materia de cooperación y los socios con quien quiere cooperar; o que la iniciativa europea esté condicionada a posturas políticas internacionales como el apoyo a Ucrania frente a Rusia, apoyo al TLC con Europa, entre otros.
“Los temas de energías renovables, transición verde y transformación digital, son los desafíos que enfrentan las sociedades y que marcan la agenda global en un contexto de crisis climática y ambiental. Los recursos financieros están priorizados para financiar proyectos de estas áreas, los gobiernos de países en desarrollo que quieran captarlos, deben trabajar de forma sinérgica junto a otros actores relevantes bajo enfoques de triple hélice, que incorporen la experiencia y aporte del sector privado y de la academia”, anotó.
Recursos para la región
Información recogida de la página oficial de la CAF describe que la agenda del Global Gateway (la plataforma de inversiones y cooperación de la UE a escala global) se centrará en América Latina y el Caribe en la lucha contra el cambio climático, la promoción de energías renovables, servicios digitales, electromovilidad y un nuevo papel para los recursos naturales, con transferencia de tecnología y fortalecimiento de la agroindustria.
“América Latina y el Caribe tienen mucho para aportar al presente y el futuro de Europa. De la misma forma, Europa tiene la capacidad de aportar a nuestra región como un todo, pensando en el beneficio de los ciudadanos y el planeta”, expresó Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF -Banco de desarrollo de América Latina y el Caribe-, uno de los organismos que promueve activamente las relaciones entre la UE y la región, y que identificó 67 iniciativas regionales para concretar la inversión europea.
Entre los ejemplos de proyectos de inversión en los que participará CAF están los relacionados con llevar conectividad al 85% de los colombianos para 2026, la producción de hidrogeno en Chile y Uruguay, la movilidad sostenible en San José, Quito, Bogotá, Montevideo y Sao Paulo, la masificación de la energía renovable en Jamaica, y proyectos de agua y saneamiento para combatir la malnutrición infantil crónica en todo Ecuador. En el caso de Bolivia, el mapa del portafolio de planes de inversión, cita proyectos de energías renovables.
“Tenemos interés de que las relaciones entre Europa y América Latina y el Caribe alcancen su máximo potencial. Compartimos el interés común de ver a nuestras industrias crecer, desarrollar cadenas de valor globales y de tener más personas en la clase media. No queremos que las relaciones sean puramente comerciales, sino que queremos crecer juntos”, dijo Úrsula von der Leyen, presidente de la Comisión Europea.
Michael Dóczy, embajador de la Unión Europea en Bolivia, afirmó que el anuncio de la presidente Von der Leyen en apoyo a la región tiene que ver con inversión europea en proyectos de alta prioridad conjunta, enfocados en la reducción de la pobreza y la desigualdad, así como en el impulso la transición verde y justa, y la transformación digital.
Para Bolivia, a decir de Dóczy, hay dos focos principales dentro de la agenda de inversión Global Gateway, energías renovables, especialmente solar; y exploración del potencial de inversión en materias primas críticas, en particular el litio. Consultado si se tiene establecidos montos de financiación, aludió que para Bolivia aún no y que se está en una primera fase.
En mayo de la presente gestión, con motivo una reunión entre Bolivia y la Unión Europea, en la perspectiva de la Cumbre de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac-UE), las delegaciones abordaron temas de interés bilateral e identificar nuevas oportunidades de cooperación e inversiones conjuntas, en temas relacionados a transición energética y digital en particular energías renovables, recursos estratégicos como el litio e infraestructura.
En criterio del presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (Fepsc), Oscar Mario Justiniano, dirigir recursos hacia proyectos de energía renovable es esencial para promover un futuro sostenible y reducir los impactos negativos del cambio climático. Dedujo que las políticas deben estar encaminadas desde el sector público y apoyadas por el privado, desde normativas claras y transparentes que impulsen el desarrollo de las mismas.
“El destino de recursos hacia proyectos de energía renovable es relevante en la actualidad. La transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles es fundamental para combatir el cambio climático y reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles”, afirmó Justiniano, al complementar que los proyectos de energía renovable tienen numerosos beneficios, como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la disminución de la contaminación del aire y el agua, la generación de empleo local y la diversificación de la matriz energética.
Además, cree que la inversión en energía renovable puede impulsar la innovación tecnológica y fomentar el desarrollo económico sostenible. “Estos sectores ofrecen oportunidades para la creación de empleo, la atracción de inversión extranjera, el impulso de la investigación y el desarrollo, y la promoción de la exportación de tecnologías limpias”, anotó Justiniano.
Fuente: El Deber