El tipo de cambio fijo siempre fue objeto de muchas observaciones durante el Gobierno de Evo Morales. Y lo será en la administración del presidente electo, Luis Arce Catacora. En una de sus últimas entrevistas, la nueva autoridad, dijo que haría lo imposible por evitar una devaluación de la moneda. Expertos consultados por EL DEBER recomendaron no tocar el valor de la divisa en por lo menos tres años.
Pero, ¿cuáles son los aspectos positivos y negativos que puede traer esta medida?, ¿es bueno o malo mantener un tipo de cambio fijo?, fue la consulta que hizo EL DEBER a los expertos del área económica.
El especialista en finanzas, Jaime Dunn, es partidario de mantener estable el tipo de cambio. Alertó que, si Bolivia no quiere parecerse a Venezuela o Argentina, que viven crisis económicas severas, el mejor camino es consolidar la estabilidad monetaria.
Explicó que, si bien la devaluación a corto plazo abarata las exportaciones, a largo plazo trae inflación. Para ser más claro, dijo que; por ejemplo, un exportador podrá vender a un precio competitivo su producto, pero a largo plazo tendrá que comprar sus insumos más caros, al tener el dólar a un precio más elevado.
Para el analista, existe una visión errada de algunos sectores que ven la devaluación como una herramienta que ayudará a mejorar su competitividad en los mercados externos.
En detalle, precisó que la devaluación es el camino que siguen naciones con una salud fiscal en crisis.
“En Bolivia ya hemos tenido experiencias en los 80, tuvimos devaluaciones y luego una hiperinflación de 25.0000%. No entiendo por qué algunos sectores sugieren esta medida”, dijo.
Para Dunn existen otras alternativas para mejorar la competitividad de los exportadores. “Bolivia es una economía pequeña y no porque exista una devaluación los otros países nos comprarán de forma automática nuestros productos”, dijo.
Sostuvo que a escala global los países que mantienen un tipo de cambio estable son los que más crecen porque se genera certidumbre.
“Si no queremos seguir el camino de Venezuela se debe evitar la devaluación monetaria”, dijo.
Mientras que el economista Gonzalo Chávez, dijo que ante la actual crisis económica y mientras el país sale de la recesión es necesario mantener el tipo de cambio fijo por los próximos tres años.
“Ahora, técnicamente no es recomendable, traerá más problemas que beneficios”, dijo.
Explicó que, dependiendo de los sectores que exportan en el país, los efectos positivos son muy bajos. Actualmente, señaló que Bolivia tiene tres productos que vende a escala global: gas, minerales y soya.
“Si tu devaluaras no vas a vender más gas. La idea de la devaluación es que los extranjeros traigan sus dólares, pero en el caso de Bolivia no es necesario porque el precio del gas está fijado por contrato. No hay un efecto directo”, dijo.
Precisó que en el caso de los minerales, el efecto de la devaluación no favorece demasiado porque la oferta es rígida y no cambia rápidamente. “No de la noche a la mañana se va a exportar más”, reflexionó.
En el caso de la soya, explicó que el beneficio puede ser mayor. Pero con un efecto retrasado, porque no podrá tener un mayor volumen de forma inmediata.
“En países como el nuestro no se tiene un impacto fuerte sobre las exportaciones. Y como somos un país abierto a las importaciones, sí se tiene un efecto negativo por ejemplo en la minería, porque se encarecen los equipos para producir”, dijo.
Insistió en que la devaluación no tiene un efecto real en las exportaciones, pero sí uno muy duro en las importaciones y puede generar inflación (subida de precios).
Agregó que existe otro elemento. Recordó que entre los años 2006 y 2015 Bolivia, con el tipo de cambio, incrementó las importaciones de $us 2.000 millones a más de $us 12.000 millones.
“De esto viven 2,5 millones de personas. El tipo de cambio fue un gran generador de empleo, aunque perjudicó las exportaciones no tradicionales, fue exitoso porque se generó un comercio brutal”, dijo.
En este contexto, sostuvo que es muy difícil a nivel social, devaluar porque un grupo se ha favorecido de una renta enorme.
“Si devalúas estas personas no van a poder importar”, señaló.
Por su parte, el presidente del Colegio de Economistas de Bolivia, Jorge Akamine, señaló que en condiciones normales el tipo de cambio de un país debe estar sujeto a la libre oferta y demanda del mercado.
Sin embargo, recordó que en el país el costo del dólar se congeló de forma artificial.
No obstante, sostuvo que, ante las actuales condiciones, es recomendable mantener el tipo de cambio fijo, para evitar un proceso inflacionario.
El Deber