El modelo económico cruceño atrae al 60% de las franquicias en el país

Manzana 40, uno de los sitios de mayor crecimiento en la capital cruceña. Foto: Archivo/Página Siete

Las empresas internacionales buscan tener presencia en Santa Cruz de la Sierra. KFC, Aerolíneas Argentinas y Cinemark son sólo algunas de las firmas que están en la marquesina de la capital oriental.

A la espera de comprar un boleto, un pasajero mira los letreros de las diferentes aerolíneas que están en el Aeropuerto Internacional de El Alto y busca la de Aerolíneas Argentinas. “Hace años que ya no están aquí, en Santa Cruz les va a encontrar”, le dicen las trabajadoras de las agencias que quedan. La capital cruceña se ha convertido en el epicentro de diferentes marcas, empresas y franquicias internacionales.

El famoso modelo cruceño es un modelo económico, social y también político como detonador de esa migración de negocios. Las personas que lo han gestado, analizado y sistematizado retroceden a los años 50 como inicio de todo. Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), conversó con Página Siete para revisar los hilos que sostienen este tejido exitoso en términos económicos.

“En su momento, había más de 200 negocios con franquicias extranjeras en Santa Cruz de la Sierra, algo sin parangón en el interior del país, lo que venía explicado por la promoción internacional de la capital con un entorno favorable para los negocios, además, por tener un mercado de dos millones de personas, y algo no menor: ser la ciudad con mejor infraestructura y más cosmopolita del país”, indica Rodríguez sobre las marcas que sólo se encuentran en esta ciudad.

La exitosa cadena de pollos Kentucky Fried Chicken, conocida por el sabor de sus piezas, tiene presencia en 115 países del mundo. En 2013 llegó a Bolivia y eligió Santa Cruz como sede. Starbucks, la franquicia de café más famosa del mundo, con 15.000 tiendas en 50 países, llegó en 2014 al país con un plan de abrir 10 sucursales. La sede elegida también fue la capital cruceña.

No sólo alimentos, también están franquicias de entretenimiento como Cinemark, que se inauguró el 2014. Esta es una de las cadenas de cines más importantes de Estados Unidos y del mundo. También esta capital cuenta con la presencia de firmas en temas de moda, tecnología entre otros productos y servicios.

Tres elementos hacen entender cómo se gestó este modelo económico. Gary Rodríguez fue parte del equipo que redactó el libro Modelo de desarrollo cruceño: factores y valores que explican su éxito. Entre las razones que este medio recibe ante la consulta al gerente del IBCE, están la migración, facilidades de inversión y autonomía del poder ejecutivo, además de visión de negocios.

Migración, inversión y visión

“La migración favoreció el despegue de Santa Cruz, desde tres instancias: la llegada de capitales con una visión ligada al mundo por parte de los migrantes que vinieron del extranjero; la migración interna, que implicó disponer de mano de obra para activar el potencial agroproductivo y luego, para ampliar la base productiva/comercial al convertirse en empresarios; y el aumento poblacional y del crecimiento vegetativo, contribuyendo a crear un amplio mercado interno departamental que hoy supera las 3,5 millones de personas”.

Él mismo es parte de esa migración, pues llegó de Cochabamba en 1969. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la urbe más poblada de Bolivia es Santa Cruz. Hay más. “La inversión pública en Santa Cruz desde la ‘Marcha al Oriente’ en los años 50 contribuyó al despegue de la economía cruceña con la carretera a Cochabamba, ferrocarriles al Brasil y Argentina y empresas públicas”, amplía el gerente. A partir de esas inversiones el resto de resultados económicos llegó con instituciones cruceñas.

Cooperativas, cámaras, asociaciones, federaciones, comité y otros. Y para el empresario esas son “las que han apuntalado su desarrollo, destacando el aporte y nueva visión a partir de profesionales formados en el exterior, de ahí que la institucionalidad ha resultado clave para su desarrollo”.

En tercer lugar está la visión global de negocios. Rodríguez explica así este aspecto: “La visión regional en materia de negocios trasciende las fronteras regionales y, en ciertos casos, se abren empresas en el extranjero y se ha dado el caso de dar franquicias de compañías cruceñas para el exterior”. En cuanto a normativa, las inversiones son más favorables porque el empresariado cruceño tiene el respaldo de sus autoridades regionales.

En el libro Modelo Cruceño, del comité cívico, se lee parte de esa aspiración a prosperar sin esperar la acción pronta del poder Ejecutivo. “El Modelo de Desarrollo Cruceño no es un modelo rentista y sus principales dinámicas económicas son independientes de los subsidios o transferencias estatales. De hecho, las estadísticas económicas demuestran que la generación de las utilidades depende mayormente de emprendimientos privados y productivos y no así de las rentas públicas, confirmando la tesis del aislacionismo como causa y el emprendedurismo privado como consecuencia”, se lee como parte de los principios.

Bienvenidas las franquicias

La Cámara Boliviana de Franquicias (Cafran) se formó en 2014 con el fin de dar soporte informativo y de asesoramiento. Empezaron con cinco afiliados y rápidamente abarcaron a cientos. Los datos de Cafran indicaban que a septiembre de 2019 el 60% de las franquicias internacionales estaban en Santa Cruz. La comida y la moda son las áreas de mayor crecimiento, según datos de esta entidad.

“Santa Cruz tiene el primer lugar, La Paz el segundo y Cochabamba el tercer lugar (en tener franquicias). Aunque también hay interés en ciudades como Tarija y Sucre”, explicaba Alfredo Troche a medios televisivos cuando ocupaba el cargo de presidente de Cafran. Actualmente Scarlett Menacho ocupa ese lugar, mientras que Troche es director general de QSR Bolivia SRL y trabaja en el desarrollo de negocios bajo el modelo de franquicia.

Se entiende por franquicia a un modelo acelerado de negocios. Bolivia pasó la fase de prueba al terminar la pandemia y superar la crisis de 2019 como el peor momento para los negocios.

El costo para empresarios bolivianos de adquirir franquicias puede variar entre 5.000 y hasta 250 mil dólares, según lo explicó Troche. Pero no se trata únicamente de firmas internacionales que llegan al país, sino de empresas bolivianas que pasan fronteras con sus marcas. Factory, Pollos Copacabana, Beatriz Canedo Patiño, Liliana Castellanos, Delicias de Oro, Fair Play, Vacafría, E-Lashes, Manjar de Oro, entre muchas más, son negocios bolivianos que ya están en busca de otros mercados.

Lado B

“Si le va mal a Santa Cruz, le va peor a Bolivia”, afirma Rodríguez. Dice esto tras las censuras que se generaron por la quiebra de un banco y las críticas contra el empresariado cruceño, al cual se lo señala de estar beneficiado con la subvención de carburantes y los créditos impagos.

“El modelo de desarrollo cruceño es más que bancos quebrados (lo que no se dio sólo en Santa Cruz), más que la subvención a los carburantes (que hay en todo el país, incluso en el sector público) y más que créditos impagos (que no es la primera vez que pasa y que se produce en el mundo entero)”, sentencia el cochabambino.

Según él, hay cinco factores productivos que son más importantes que lo anterior: recursos naturales (tierra), recursos humanos (trabajo), financiamiento (capital), innovación (tecnología) e institucionalidad (organizaciones gremiales, cívicas y otros). “Además, el éxito del modelo de desarrollo cruceño se fundamenta en cinco valores que hacen al indomable espíritu cruceño: la libertad (libre iniciativa) que lo conduce a hacer cosas por decisión propia; la individualidad (realización personal) que lo lleva a pensar en sí mismo y a buscar un legítimo rédito por lo que hace; la inclinación por el libre mercado (competencia) para atender necesidades de la población; el cooperativismo (asociatividad) para resolver las carencias desatendidas por el Estado; y la integración al mundo (exportación, importación) en su proyección al mercado externo”. Con estas armas el modelo persistió y creció al paso del tiempo.

El Modelo de Desarrollo Cruceño: Factores y valores que explican su éxito, indica Rodríguez, es un libro que se presentó en 2021 y que pone en evidencia los logros en tierra cruceña; pero no es un recetario a copiar. Antes del éxito del modelo económico cruceño hubo otras experiencias que quedaron a medias, especialmente en el lado occidental del país.

En los 2000, cuando José Luis Paredes fue alcalde de El Alto, hizo toda una campaña para convertir a esta ciudad en un polo de industrialización. Habló de un régimen impositivo laxo, desde la Alcaldía, y de los beneficios propios del lugar para las empresas, como por ejemplo un sitio frío y sin humedad apto para la mantención de productos. Aquello no funcionó.

Con los años, muchas autoridades intentaron hallar mecanismos para atraer inversiones y generar crecimiento. Hubo en determinado momento la mirada cómplice de franquicias internacionales en este aspecto. Por ejemplo, Mc Donalds llegó a la ciudad de La Paz antes que al resto de Bolivia; pero luego la firma se fue casi tan repentinamente como llegó.

El modelo de desarrollo cruceño es perfectible, dice Rodríguez y se anima a enumerar dos aspectos: “En aras de una mayor productividad agrícola y de un menor impacto ambiental, la agrobiotecnología podría contribuir a utilizar menos plaguicidas y a quemar menos diésel, a ocasionar menos contaminación y a usar menos agua dulce, que es un recurso escaso. Con el uso de semillas genéticamente mejoradas subiría la producción del cultivo en la misma área, bajarían los costos de producción y aumentarían los ingresos de los agricultores; sin embargo, la posibilidad de incorporar la biotecnología al agro depende del gobierno central que increíblemente sigue oponiéndose”.

Según esta lectura, el Estado debe avanzar de la mano con el desarrollo del modelo, por ejemplo, en salud, educación e infraestructura.

Al margen de una eventual pugna entre el Estado y la región, Santa Cruz (y en especial la capital del departamento) se ha convertido en el rostro visible para las firmas internacionales y sólo es necesario mirar al escaparate de opciones que tienen las personas que viven en la capital con relación a otras regiones de Bolivia.

“La inversión pública en Santa Cruz desde la ‘Marcha al Oriente’ en los 50 contribuyó al despegue de la economía”.

Gary Rodríguez

“La visión regional en materia de negocios trasciende las fronteras regionales (…) se abren empresas en el extranjero”.

Gary Rodríguez

3,5 MILLONES de personas se estima que tiene el departamento de Santa Cruz.

200 FRANQUICIAS llegaron a tener presencia en la capital cruceña.

Fuente: Página Siete

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