El BCB aseguró que los recursos son una ‘herencia’ del anterior Gobierno, que incrementó la deuda interna. Un exdirector del ente regulador rechaza a afirmación y observa el alto nivel de endeudamiento del Ejecutivo.
Continúa el endeudamiento interno en el país. Durante sus primeros dos meses de gestión, el Gobierno del presidente Luis Arce Catacora, se prestó Bs 9.198 millones del Banco Central de Bolivia (BCB). El dato se desprende de último informe de Política Monetaria de la entidad estatal.
Estos recursos fueron a las arcas del Tesoro General de la Nación (TGN). El primer crédito fue entregado en noviembre por un monto de Bs 4.000 millones. El segundo desembolso fue hecho en diciembre y llegó a 5.198 millones.
Las dos operaciones fueron para crédito de liquidez, según el informe del ente regulador.
Expertos consultados señalaron que los desembolsos se hacen cuando el Estado recibe pocos ingresos. En el caso particular del país las recaudaciones tributarias y las exportaciones cayeron a raíz de la pandemia. Es decir, al ver pocos recursos el Gobierno optó por el endeudamiento interno para cubrir sus gastos.
Herencia
Sin embargo, el BCB asegura en su informe que durante el Gobierno de transición “generó un aumento excesivo del endeudamiento interno del TGN con el BCB, cuyos vencimientos fueron heredados al actual gobierno, constituyéndose en una fuente de riesgo de financiamiento”.
Incluso, el ente regulador sostuvo que “dicho aspecto fue corregido mediante la Ley del Presupuesto General del Estado 2021”.
De forma concreta la entidad explicó que para reducir “la carga financiera por la deuda interna generada, principalmente durante el anterior gobierno, la Ley del Presupuesto General del Estado 2021, aprobada por el nuevo gobierno, estableció el diferimiento automático de las cuotas de pago de capital e intereses correspondientes a la gestión 2021 de las operaciones de deuda pública interna”.
Es decir, se postergaron los pagos a las entidades del sector público con el BCB, Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), Fondo de Desarrollo del Sistema Financiero y de Apoyo al Sector Productivo (Fondesif), Banco de Desarrollo Productivo (BDP) y Banco Unión S.A.
Es más, desde el ente regulador indicaron que los desembolsos realizados entre noviembre y diciembre de 2020, corresponden al 36% del total desembolsado al TGN (Bs 24.997 millones) y que el 64% fue entregado al gobierno de Jeanine Añez.
Rechazo
No obstante, Gabriel Espinoza, exdirector del BCB sostuvo que es faltar a la verdad decir que la deuda interna es una herencia del anterior Gobierno.
Recordó que el Gobierno de transición tuvo que enfrentar la pandemia del coronavirus, que hizo que se tomen medidas para precautelar la salud, pero también paralizó la economía como una cuarentena rígida.
En este contexto, dijo que se aplicaron medidas paliativas como el diferimiento en el pago de los impuestos y la emisión de tres bonos, que, según él, no tuvieron el respaldo de líneas de créditos que debía aprobar la Asamblea.
“El Gobierno de Áñez enfrentó la pandemia, emergencia sanitaria, el diferimiento del pago de los impuestos, lo que significa que el Estado dejó de percibir recursos y había que cubrir eso, más tres rondas de bonos, para la cual la Asamblea no aprobó ningún crédito externo”, dijo.
En ese contexto dijo que el anterior Gobierno usó los mecanismos permitidos en la Constitución y la Ley del Banco Central como los créditos de emergencia nacional, a 30 años con tasas bajas, y los créditos de liquidez que tienen como respaldo legal el programa fiscal financiero.
Precisó que durante el periodo de Áñez los créditos de liquidez llegaron Bs 5.800 millones; que son préstamos durante un año.
“Pese al contexto negativo esta cifra es menor a la que tomó Arce (Bs 9.198 millones) que reformuló el PGE y sacó una cifra considerablemente alta”, afirmó.
El economista, Germán Molina, dijo que el actual Gobierno, pese a cuestionar la anterior administración, usó los mismos mecanismos legales para incrementar la deuda interna debido a los pocos recursos que percibió el Estado durante la pandemia en 2020.
“Arce usó esos recursos para pagar salarios, porque los ingresos fiscales fueron reducidos”, afirmó el especialista.
Para el economista, el panorama no cambiará porque ante la inminente llegada una nueva ola de la pandemia, el Estado no tiene otra forma de obtener recursos para sostener las obligaciones del Gobierno.
“El crédito interno seguirá creciendo incluso se usarán las reservas internacionales, hay iliquidez en el tesoro”, dijo.
Por Ernesto Estremadoiro Flores
Fuente: El Deber