El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, levantó la restricción al suministro de asistencia a Bolivia, al considerarla “vital” para los intereses de su país.
En un memorándum dirigido al secretario de Estado, Mike Pompeo, Trump puntualizó que la asistencia a Bolivia en el año fiscal 2020, iniciado el 1 de octubre de 2019 y que se extiende hasta el 30 de septiembre de 2020, “es vital para los intereses nacionales de Estados Unidos”.
La Secretaría de Prensa de la Casa Blanca difundió el texto del documento resaltando que la administración de Trump respalda al gobierno interino de Jeanine Áñez, después de que el presidente Evo Morales dejara el poder el 10 de noviembre.
La restauración de las relaciones entre La Paz y Washington fue una de las primeras tareas emprendidas por la canciller Karen Longaric, quien designó a un embajador extraordinario ante el gobierno estadounidense con objeto de preparar el camino de un eventual intercambio de embajadores.
Desde la expulsión mutua de embajadores de 2008, las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos están a nivel de encargados de negocios.
En 2017, Estados Unidos indicó que Bolivia y Venezuela eran, junto a Birmania, los países del mundo donde existía un “fracaso demostrable” en la implementación de sus obligaciones internacionales en la lucha antidrogas. El informe de gobierno sobre el narcotráfico en el mundo, en 2016, contenía las recomendaciones emitidas por el expresidente Barack Obama, en el que designó a Bolivia, Venezuela y Birmania como responsables de una política fallida en la lucha antidrogas en los 12 meses anteriores.
Esa denominación podía implicar sanciones, pero, en el caso de Bolivia, Obama no llegó a estimar que Estados Unidos tuviera en su “interés nacional” continuar la ayuda, por lo que la asistencia que Washington proporcionaba a ese país se limitó a la humanitaria y de lucha contra el narcotráfico, que era mínima.
La administración Trump ha respaldado al gobierno interino que lidera en Bolivia, Jeanine Áñez, después de que el presidente Evo Morales dejara el poder el pasado 10 de noviembre.