El déficit de 12,3% con el que el Gobierno prevé que cerrará este año es una “herencia” de la gestión del expresidente Evo Morales, es decir, una serie de cifras negativas que se acumularon desde 2014 y empeoraron con la pandemia, coincidieron tres expertos.
El Ministerio de Economía presentó ayer el Programa Financiero 2020 Segunda Revisión, documento que establece una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de 8,4% y un déficit fiscal de 12,3% del PIB.
Se observó que la inversión pública registró una caída de más de 2.000 millones de dólares y que es el elemento que explica por qué la economía boliviana no pudo recuperarse, sobre una tasa de desempleo del 8,7% a octubre, todo por una “mala gestión del gobierno transitorio”, según la administración de Luis Arce.
El analista económico Alejandro Arana indicó que afirmar que el crecimiento negativo del PIB y el aumento de la tasa de desempleo se deben a la baja en la inversión pública en el gobierno de transición puede ser resultado del desconocimiento del funcionamiento de la economía.
“Estas afirmaciones sólo puede deberse a un total desconocimiento del funcionamiento de la economía y del manejo de las finanzas públicas. Primero porque la administración del MAS dejó a noviembre de 2019 un hueco de 18.000 millones de bolivianos en el Tesoro General de la Nación”, indicó el experto.
En ese contexto agregó que el ahora presidente Luis Arce no aclaró este hecho durante su campaña , a pesar de los numerosos pedidos que se le hicieron a un debate abierto sobre el tema.
Segundo, porque en el Presupuesto General del Estado (PGE-2019) que remitió el gobierno de Morales, se “presupuestó” con base en ingresos proyectados por concepto de venta de gas de 51,37 dólares, cuando y no pasó de 45 y fue en descenso por la pandemia.
Arana enfatizó que es necesario recordar que la inversión pública no es el único componente de la demanda agregada.
“Sin embargo, la ejecución de la inversión pública podría haber sido mucho mayor si la Asamblea controlada por el MAS hubiese aprobado los créditos externos que obstinadamente se negaron a firmar, manteniendo al país como su rehén, con la esperanza de que su partido regrese para, ahora sí, viabilizar dichos préstamos”, apuntó.
El economista Jaime Dunn coincidió en afirmar que la economía venía desacelerándose desde 2014, al igual que el déficit, que comenzaba a acumularse.
“El Gobierno actual prácticamente debe pensar que hizo como un cuarto intermedio y que ahora la economía continúa deteriorándose. Todo lo que ellos dejaron es lo mismo en cuanto al deterioro de cuentas más el efecto de la pandemia”, consideró.
En su criterio, en el gobierno de transición se hicieron esfuerzos para reducir el déficit y combatir a la pandemia, dando impulso a la demanda interna agregada a través de los bonos.
Resultado de ello -afirmó- el déficit y el decrecimiento serán menores a lo que se calculaba.
“La población y todos los agentes económicos saben cómo quedó la economía antes de ese cuarto intermedio del gobierno del MAS y cómo se encuentra ahora. Por lo tanto, decir que cuando se fueron dejaron todo en orden y ahora que retomaron está todo mal, no es una apreciación correcta y más bien dan a la población una sensación de politización del tema económico”.
Para el economista Germán Molina, la situación económica en la que se encuentra el país se explica por lo que sucedió hasta octubre de 2019, cuando estaba de ministro de Economía el actual presidente Luis Arce.
“Hasta esa fecha ya se tenían problemas de liquidez del Tesoro General y de las instituciones públicas. Producto del cambio de gobierno efectivamente se hizo una reducción del déficit porque se esperaba que en 2019 iba a ser más de 9% y ajustaron a 7,2%. Esto ocasionó que la deuda flotante que se tenía no haya sido cancelada por Morales ni por el gobierno de Añez”, dijo Molina.
Añadió que en la gestión de Evo se “vaciaron las arcas del Estado” y que los pocos recursos que quedaron se destinaron a la salud durante la pandemia.
“No se puede echar toda la responsabilidad a 11 meses de gobierno, ha sido resultado de este modelo económico”, sostuvo.
Página Siete