El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, informó que van a evaluar el tema del diferimiento de pago de los créditos bancarios para evitar que los prestatarios paguen multas o intereses en la aplicación de esa medida por parte de las entidades de intermediación financiera (bancos, cooperativas y otras).
Montenegro precisó que el diferimiento de pago de créditos es un aplazo y no es una reprogramación y aclaró que la forma en que uno difiere puede generar algún tipo de una mala aplicación del contrato de los intereses, por lo tanto, insistió que van a evaluar en detalle el tema.
Cabe recordar que Decreto Supremo 4318, que reglamenta la ampliación de diferimiento en el pago de créditos hasta el 31 de diciembre y que beneficia a todos los prestatarios sin ninguna excepción hasta fin de año, indica que los prestatarios volverán a pagar sus cuotas desde enero de 2021.
La norma aclara que los deudores no deben pagar ninguna multa o interés adicional al retomar sus cuotas bancarias; sin embargo, brinda diferentes opciones de pago a futuro que deberán ser acordadas con las entidades financieras.
Al respecto, Paola Ángela Sequeiros, experta en temas financieros, remarcó que los deudores antes de firmar algún documento, a partir de enero de 2021, deben asesorarse y por ninguna circunstancia deben aceptar una reprogramación o refinanciación de sus préstamos vigentes, pues bajo esta figura puede cambiar su contrato y los montos de pago acordados antes de la pandemia.
Sequeiros hizo notar que la única figura legal vigente es el diferimiento, es decir el aplazo de un crédito que por motivos extraordinarios se tuvo que congelar para luego ser trasladado bajo las mismas condiciones y reiniciar su cobro.
“Se debe respetar el diferimiento, no se debe hablar de reprogramar y menos de refinanciar. Las cuotas e intereses deben ser los mismos a los que se cobraban antes de la pandemia. Si esto cambia donde está la ayuda o el beneficio de la Ley de Diferimiento”, indicó Sequieros.
Montenegro recordó que la forma de pago por los meses de la deuda diferida puede variar y que eso se determinará a partir del acuerdo que lleguen los prestatarios con sus acreedores.
Entre ellas se planteó prorratear las deudas o que cuando termine el periodo de crédito se aumentarán el número de meses necesarios, correspondientes a los pagos diferidos de este año.
A su vez, Montenegro sostuvo que se debe mirar cómo han trabajado las entidades financieras a tiempo de puntualizar que algunas han tenido propuestas interesantes de diferir en las últimas cuotas y a su criterio esa opción parece la adecuada.
Asimismo, el titular de Economía informó que aún no se reunió con la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) ni con la Asociación de Entidades Financieras Especializadas en Micro Finanzas (Asfin) para abordar el tema del diferimiento y otros aspectos.
Dijo que antes de buscar un espacio de concertación, el Gobierno tendrá un diagnóstico de cómo está funcionando este tema así como las situación de liquidez en el sistema bancario, ya que es un actor importante para la economía.
El Deber