La autoridad dijo que aprovechó su visita a Washington para reunirse con diferentes organismos multilaterales de crédito. Un analista indicó que el Gobierno busca recursos ante la imposibilidad de emitir bonos.
El ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, informó que en los últimos días en Washington, Estados Unidos (EEUU), se ha explorado nuevas fuentes de financiamiento para la economía boliviana con organismos internacionales.
El anuncio se da en un contexto en el que el país enfrenta problemas de liquidez y escasez de divisas por la caída de las reservas internacionales netas.
Además, en las últimas semanas el riesgo país se disparó y las calificadoras Fitch Rating y Moody’s han reducido el puntaje de Bolivia por el entorno macroeconómico actual.
“Participamos en las reuniones de primavera del Banco Mundial World Bank 2023, en las que tuvimos la oportunidad de asistir al Comité de Desarrollo y analizar la coyuntura económica mundial y sus perspectivas. Además, aprovechamos este evento para reunirnos con diversos organismos multilaterales con el fin de explorar nuevas fuentes de financiamiento para la economía #boliviana”, informó el ministro Cusicanqui en sus redes sociales oficiales.
La autoridad participó de las reuniones anuales de primavera que desarrollaron esta semana, entre el 10 y 16 de abril, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). En el evento participan los ministros de Economía y Finanzas de Latinoamérica y otras naciones. El ministro Marcelo Montenegro también viajó a las reuniones.
En contacto con la red de medios estatales, Cusicanqui aseguró que Bolivia tiene acceso al crédito y como establece la Constitución Política del Estado, los contratos deben pasar por la aprobación de la Asamblea Legislativa.
Según ABI, la autoridad indicó que el Gobierno accedió a 12 contratos de crédito por alrededor de 1.485 millones de dólares para proyectos de inversión pública, lo que demuestra, a su vez, la confianza de organismos internacionales en el país.
“En la presente gestión se han aprobado cinco contratos de préstamo en la Asamblea, por un total de 705,8 millones de dólares, aproximadamente, y tenemos pendientes otros siete contratos hasta el momento por un equivalente de 779,2 millones de dólares”, detalló la autoridad.
La semana pasada, la Cámara de Diputados postergó el tratamiento de dos proyectos de ley para la contratación de dos créditos suscritos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 552 millones de dólares y aprobó un préstamo de 78 millones de dólares de Corea.
Los proyectos que no fueron aprobados son la Ley 267/2022-2023, que aprueba el contrato de préstamo No 5376/OC-BO para el proyecto “Apoyo a poblaciones vulnerables afectadas por el coronavirus II”, suscrito el 24 de enero de 2023 entre el Estado y BID por un monto de hasta 500 millones de dólares.
Además, el proyecto 268/2022-2023 que aprueba el “Contrato de préstamo 5705/OC-BO para el Programa de Apoyo a la Preinversión para el Desarrollo II”, suscrito el 24 de enero de 2023 con el BID por un monto de 52 millones de dólares.
El Presupuesto General del Estado 2023 contempla la emisión de bonos de deuda en el extranjero por hasta 2.000 millones de dólares para el apoyo presupuestario y manejo de pasivos.
Sin embargo, se aclaró que “la operación financiera podrá o no concretarse en función a la situación de los mercados de capital externos y/o la necesidad de financiamiento del Tesoro General de la Nación”.
El analista económico Germán Molina dijo que en el PGE el Gobierno contempló financiamiento mediante la emisión de bonos, pero como dos calificadoras de riesgo han reducido la nota y confianza por el riesgo país, la posibilidad de atraer inversión se ha complicado.
“La preocupación del Gobierno es cómo sustituir los ingresos que se pensaban obtener con bonos soberanos y por eso es que se está buscando seguramente con el Banco Mundial recursos para proyectos de inversión y se está consultando porque esto no es inmediato”, recalcó.
Añadió que los organismos internacionales pedirán estudios de factibilidad, evaluarán y preguntarán al FMI cómo está la situación económica de Bolivia y con eso se viabilizará. “Qué significa esto, esto nos da señales de que están con serios problemas para contar con liquidez en moneda extranjera para financiar el PGE y atender otros gastos”, precisó.
En su reciente informe, la calificadora de riesgo Moody’s advirtió que el “shock de confianza y la pérdida de reservas de divisas fuertes han puesto en riesgo la estabilidad macroeconómica general de Bolivia. Los grandes déficits fiscales y el continuo aumento de la deuda pública socavarán aún más la solidez fiscal y agotarán las reservas”.
Aunque la asequibilidad de la deuda sigue siendo favorable para Bolivia en comparación con sus pares, la agencia internacional considera que un abandono forzoso del tipo de cambio fijo probablemente causaría una depreciación considerable, dada la muy baja disponibilidad de moneda fuerte.
Deuda externa
El saldo de la deuda externa de Bolivia al mes de octubre de 2022, según el Banco Central de Bolivia, ascendía a 13.111 millones de dólares y equivale al 29,9% del PIB. De este monto, 9.136,6 millones de dólares es con organismos multilaterales (69,7%), 1.867,4 millones de dólares se contrajo con países (bilateral) y representa el 14,2% del saldo. La deuda con privados es de 74,4 millones de dólares (0,8%) y la deuda por emisión de bonos soberanos o títulos de deuda llega a 2.033,4 millones de dólares (15,5%).
Según el Ministerio de Economía, la deuda externa del país es sostenible, ya que está dentro de los límites de las métricas de la CAN que establecen que las obligaciones no deben superar el 50% del PIB.
Además, la deuda pública se encuentra en los umbrales fijados por organismos internacionales, como el Tratado de Maastricht del 60% y mantiene un margen aceptable para acceder a mayores recursos de inversión.
Fuente: Página Siete
