Gobierno estima $us 20.000 MM al año por litio en 2050

Planta industrial de producción de carbonato de litio, en el salar de Uyuni, Potosí. Foto: Sergio Mendoza

El Gobierno estima que para 2050 los ingresos por la venta de carbonato de litio podrían llegar a 20.000 millones de dólares anuales, lo que equivale a más de tres veces el pico de ingresos por la exportación que se alcanzó con el gas natural en 2014.

Los analistas del sector energético señalaron que aún hay pocos datos para ser tan optimistas. Sin embargo, advirtieron que no hay por qué escoger entre uno y otro producto, cuando ambos pueden desarrollarse con mayor inversión extranjera y apoyo tecnológico.

“Hablamos de una producción de carbonato de litio en los distintos salares que debería estar bordeando las 500 mil toneladas e ingresos de 20.000 millones de dólares por año”, destacó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, en un ciclo de conferencias organizado por esta cartera de Estado.

La proyección de la producción de litio para dentro de 27 años es cuatro veces más alta que la que se tiene para 2025, cuando el Gobierno estima vender 100 mil toneladas y generar ingresos por al menos 5.000 millones de dólares.

El consultor en energías Álvaro Ríos señaló que tanto el gas como el litio pueden desarrollarse de forma paralela. “¿Por qué matar uno para que con el litio importemos combustibles y energía? Me parece totalmente absurdo. Creo que debíamos haber desarrollado los dos para exportarlos”, manifestó.

Lamentó que se haya descuidado el sector gasífero, que generaba millones en tributos para el país y fue el factor clave para la bonanza económica de 2014 y 2015. La falta de inversión en la exploración de nuevos yacimientos generó un descenso en la producción y en las exportaciones del gas.

Asimismo, el control total que ejerció el Estado, a través de YPFB, en el sector hidrocarburífero desincentivó la inversión privada y redujo los ingresos para el país, por lo que se debe ser prudente en cómo se administra el sector del litio, dijo Ríos.

“El litio sin duda puede tener muy buenas exportaciones. Hay precios que oscilan entre los 30.000 y 70.000 dólares por tonelada. Creo que el Gobierno hace avances, pero deben plasmarse en contratos para que haya inversión. Necesitamos inversión extranjera directa”, añadió el consultor.

El ministro Molina resaltó el “modelo soberano” de la industria del litio, según el cual se aceptan inversiones y tecnologías extranjeras, pero se mantiene toda la cadena de producción del recurso bajo el control de la estatal YLB.

Sin datos confiables

El investigador de recursos evaporíticos Jorge Espinoza sostuvo que aún no se cuenta con datos confiables para determinar si Bolivia podrá superar los ingresos que dejó el gas en la época de bonanza.

En primer lugar, a la fecha no se cuenta con reservas certificadas de litio (la cantidad que es económicamente viable de ser explotada), sino sólo recursos, los cuales llegan a 23 millones de toneladas, según fuentes oficiales.

En segundo lugar, estudios previos permiten suponer que el salar de Uyuni tiene una baja concentración de litio comparado con las reservas de Chile, por ejemplo, lo cual haría más costosa la extracción de este componente.

Además, según Espinoza, no se conocen los costos de producción que demandará la implementación de la Extracción Directa de Litio (EDL).

“Para hacer frente al costo de producción, es imprescindible conocer la concentración de litio, tal vez (YLB y las empresas extranjeras) están trabajando en eso. Es importante hacer notar que hasta ahora no funciona en el mundo una planta industrial con EDL”, apuntó el investigador.

Asimismo, dijo que el boliviano es el “único proyecto estatal en el mundo”, mientras que otros que están en manos de empresas privadas, que arrancaron después que Bolivia, ya están en operación industrial. El país al momento no ha producido carbonato de litio grado batería a nivel industrial.

Así, después de más de 10 años de intentar extraer litio a través de una empresa estatal, los resultados han sido bastante limitados en comparación con lo que se esperaba. En los últimos siete años y medio, Bolivia exportó apenas 56 millones de dólares por carbonato de litio, mientras que las exportaciones de gas (aún con el declive de la producción) llegó a 18.600 millones de dólares (ver infografía).

Política de Estado

El ministro Molina resaltó que, para llegar a 2050 con las metas señaladas, se requiere no sólo el esfuerzo del Gobierno o un partido político, sino de todo el Estado. Sólo así se podría garantizar la sostenibilidad energética en el largo plazo.

Resaltó que el litio no es una fuente de energía, sino un elemento que permite almacenarla de manera eficiente, pero que en el futuro cercano puede ser reemplazado por otra tecnología. “Entonces, tenemos que acelerar el proceso para generar recursos económicos”, indicó la autoridad.

“Si bien no estamos en una crisis energética, si no se toman las previsiones ahora, podemos entrar a una en el futuro”, dijo Molina. Para ello se debe avanzar en la exploración de reservas de gas y el desarrollo de los recursos de litio.

“Un plan no se construye con un partido político o un gobierno, se requiere la participación de distintos actores, una alianza pública privada. Estoy seguro de que lo que sembremos ahora no lo cosechará aún ni este ni el próximo gobierno”, añadió.

El litio no es una fuente de energía

Si bien la masiva producción de carbonato de litio y su venta a mercados extranjeros pueden generar ingresos por encima de lo que se percibió con el gas, no se reemplazará una fuente de energía. Si el declive de la producción gasífera no se revierte, Bolivia tendrá que importar más combustibles.

Fuente: Los Tiempos

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