Las transacciones electrónicas en 2022 crecieron un 14%.
En tres años de embates sanitarios y económicos por la pandemia del COVID-19, Bolivia profundizó la digitalización en el sistema financiero y el comercio, entre otros sectores como la educación y salud.
El coronavirus ha conllevado un mayor uso de los servicios bancarios digitales y, en los centros urbanos, cada vez menos personas recurren al dinero en efectivo para efectuar sus transacciones, ya sea para el pago de servicios básicos, pensiones o para realizar transferencias de dinero.
Como resultado de estas acciones, entre 2012 y 2022, las operaciones procesadas en el sistema de pagos de bajo valor nacional se incrementaron en 2.605%, de 10,7 millones a 289,6 millones, según datos del Banco Central de Bolivia (BCB).
En cuanto al valor, el crecimiento durante este periodo (2012- 2022) fue de 341,9%, de Bs 171.721 millones a Bs 771.219 millones.
En ambos casos (operaciones y valor), el crecimiento fue exponencial, sobre todo, durante la pandemia y muestra una tendencia creciente en el uso de los Instrumentos Electrónicos de Pago (IEP), como las tarjetas plásticas (crédito, débito y prepagada), dispositivos o documentos electrónicos que permiten originar transferencias de fondos, billetera móvil y otras autorizadas por el BCB (tarjetas virtuales, cheques electrónicos o digitales).
En la Rendición de Cuentas Finales de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (Asfi), en febrero de 2023, el ente regulador señaló que, según las cifras reportadas a esta entidad, en 2022 se tuvo Bs 663.000 millones en transacciones electrónicas, el cual ha producido un incremento del 14% con relación a la gestión 2021.
“Eso demuestra que la ciudadanía boliviana permanentemente va accediendo a estos medios para poder evitar su presencia en las entidades financieras, por lo tanto, creemos que esta cifra va a aumentar año tras año”, señaló el director ejecutivo de la Asfi, Reynaldo Yujra, en ese entonces.
En un reporte de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) y la Administradora de Cámaras de Compensación y Liquidación S.A (ACCL), en diciembre de 2022, ambas instituciones resaltaron el exponencial crecimiento que se tuvo, de enero a noviembre de 2022, en los cobros y pagos a través de ‘QR simple – Pago Móvil’ donde el número se incrementó en 555% y los montos transados en 540%, comparado con similar periodo de 2021.
En 2022, se realizaron 31,1 millones de pagos por un equivalente a $us 2.267 millones de dólares. A estos datos habría que sumar las transacciones que se realizan por este medio, en operaciones intrabanco, que son transacciones que no cursan por la Cámara de Compensación y Liquidación.
Entre los datos a resaltar, está en los periodos de 2020 y 2021, que se refleja en la Memoria 2021 de la ACCL, sobre el sistema bancario, donde señala que los volúmenes y montos transados mediante ‘QR simple – Pago Móvil’ creció en 1.263% en el número de transacciones y 1.181% en los montos transados, respecto a la gestión 2020.
En 2021, se realizaron 6.106.937 transacciones, frente a los 447.962 en 2020. Este cambio, además de las medidas de prevención y contención para la emergencia contra el brote de coronavirus, se debió a la preferencia de los usuarios de hacer uso de instrumentos de pago alternativos al efectivo, que permiten realizar operaciones de manera no presencial, con sus consecuentes beneficios en la reducción del uso de efectivo, inmediatez en los pagos, inclusión financiera y bancarización, entre otros.
Respecto a la digitalización del comercio, de acuerdo con el director de la Fundación InternetBolivia.org, Cristian León, el Banco Mundial señala a Bolivia como el segundo país en América Latina con mayor crecimiento del comercio electrónico.
“Es un crecimiento del 80% que se dará hasta el 2025. Es sin duda una oportunidad para desarrollar la economía y también para empezar a impulsar ciertas políticas de digitalización”, dijo.
Acotó que en el tema de la digitalización, el país estaba rezagado, pero ahora se ha mejorado, debido a que hay un 70% de la población que está interconectada a través de algún dispositivo, el cual hace una mayor viabilidad al comercio electrónico, pero el problema aún radica en el “costo del internet”.
“Bolivia siempre está en los rankings de los países con mayor costo de internet. En ese sentido, estamos bastante rezagados”, dijo.
Para el experto en tecnología Mario Durán, la digitalización es un proceso por el cual, la tecnología digital se implanta en la dinámica económica, afectando a la producción, el consumo y a la propia organización, estructura y gestión de las empresas e incluso a las instituciones públicas.
Agregó que, en Bolivia, un reto pendiente es elaborar una “agenda digital”, donde la sociedad boliviana establezca acuerdos mínimos, planes de trabajo y metas para el desarrollo tecnológico y la economía con el avance tecnológico.
Fuente: La Razón