Para este año, el PGE estableció una asignación de $us 5.015 millones, pero según el Cedla, lo desembolsado por el Estado solo llegó al 32% a noviembre de 2022. Advierten falta de liquidez y exceso de burocracia a la hora de realizar la entrega de recursos.
La ejecución de la inversión pública es la segunda más baja desde 2014, según datos extraídos del Ministerio de Planificación y el análisis de expertos consultados por El Deber. Para este año, el Gobierno fijó $us 5.015 millones para obras de financiamiento público, de esa cantidad solo ejecutó un 32%, según el trabajo de revisión realizado por el economista e investigador del Cedla, Jimmy Osorio.
En tanto que el 7 de diciembre, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, dijo que la ejecución de la inversión pública al mes de noviembre alcanzó un 39,7%, en su exposición sobre el Presupuesto General del Estado (PGE) 2023 en la Cámara de Diputados.
En tanto que Osorio dijo que el dato del 32% corresponde hasta el mes de noviembre de este año, obtenido del Sigma. Añadió que la baja ejecución se debe a la demora en el abono de las planillas de pago que debe realizar el Estado a las empresas constructoras que encaran proyectos de inversión pública.
Se consultó al Ministerio de Planificación; sin embargo, desde esa repartición estatal no contestaron a El Deber. No obstante, en su informe de comienzo de año, proyectó una ejecución del 89,5%.
La más baja desde 2014
La ejecución es la más baja desde 2014, ese año la inversión pública programada fue de $us 4.507 millones y se ejecutó en un 99,7%.
Para 2015 la ejecución fue de un 79,2%. Ese mismo porcentaje se registró en 2016.
Mientras que en 2017 la ejecución llegó a un 77,1% del presupuesto asignado que fue de $us 4.772 millones. En 2018 el cumplimiento del cronograma de inversión fue de un 71,8%, mientras que en 2019 fue del 70,8%. Mientras que en la inversión pública hasta octubre de 2020 la ejecución alcanzó apenas al 25%.
Los datos de ese ministerio señalan que la ejecución de la inversión pública en 2021 fue del 65,9% llegando a $us 2.646 millones. Ese año el PGE programó una inversión pública de $us 4.011 millones para la ejecución de proyectos productivos, infraestructura y otros.
“La inversión pública dinamiza la economía y los recursos. Por ejemplo, cuando se construye una carretera se desembolsan recursos y hay personas que van a dar servicios. Hay personas que venden comida a los obreros, hay empresas que proveerán materiales”, dijo el especialista.
Agregó que al no ejecutarse la inversión pública la economía comienza a desacelerarse “a eso hay que sumar el tipo de cambio fijo que no permite que suban nuestras reservas, porque sacamos dólares baratos y traemos divisas caras”.
“Si tuviéramos un tipo de cambio flexible para regular el tema inflacionario de las subidas y bajadas de las reservas estaríamos con mejores niveles”, agregó.
No obstante, el ministro de Economía y Finanzas, Marcelo Montenegro, en declaraciones a la agencia ABI, dijo que no hay razones para modificar el tipo de cambio fijo vigente hace 11 años.
En su informe anual, la autoridad aseguró que antes informó que la ejecución de la inversión pública estaba cercana al 40%. “Hay que esperar que termine diciembre para ver cuánto más ha podido aumentar”, dijo.
Además, sostuvo que mucha inversión se frenó por falta de contraparte de los gobiernos subnacionales para construir carreteras.
“La economía boliviana está en una fase de recuperación, de reconstrucción, después de una caída de menos del 9% en 2020 (durante el gobierno de Jeanine Áñez), que no se vio en más de 40 años”, sostuvo.
Empero Osorio, pidió al Gobierno ser sincero y agregó que uno de los factores para tener una ejecución baja es porque el Estado no tiene la suficiente liquidez para encarar estos proyectos.
En esa misma línea, el economista Germán Molina, sostuvo que la baja ejecución se debe principalmente a la falta de liquidez del Estado y la burocracia establecida para el desembolso de los recursos -en especial- que se deben abonar a las constructoras.
“Hay empresas a las que no les desembolsan hasta dos o tres planillas de pago. Esto afecta a la economía porque el Presupuesto General del Estado (PGE) representa el 80% del Producto Interno Bruto (PIB), ¿qué significa eso?, que es gran parte de lo que el sector público está produciendo”, señaló.
El economista alertó que para 2023 la inversión pública está bajando en 20% con relación a la anunciada para este año.
El PGE de la próxima gestión prevé una inversión de pública por $us 4.006 millones. “En base a que vamos a crecer, la principal variable que hace crecer es la inversión pública, el crecimiento será menor. No se tendrá el crecimiento esperado, a eso hay que sumar que las reservas”, dijo.
Fuente: El Deber