“El COVID-19 está amenazando a toda la humanidad, y la humanidad entera tiene que plantarle cara. No basta con la respuesta individual de cada país”, aseguró Guterres.
Guterres afirmó que si el plan es financiado de forma adecuada salvará muchas vidas y dotará a los organismos humanitarios y a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de suministros de laboratorio para hacer pruebas y de equipo médico para tratar a los enfermos, protegiendo al mismo tiempo a los trabajadores de la salud.
Precisó que el programa también incluye medidas adicionales para apoyar a las comunidades de acogida que siguen abriendo de manera generosa sus hogares y sus ciudades a los refugiados y las personas desplazadas.
“Tenemos que actuar ahora para frenar el impacto del COVID-19 en entornos humanitarios ya de por sí vulnerables”, exhortó.
En este plan interinstitucional, coordinado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, se aglutinan los llamamientos existentes de la Organización Mundial de la Salud y otros asociados de las Naciones Unidas y se establecen también nuevas necesidades.
El jefe de la ONU alertó que el mundo se enfrenta a una amenaza sin precedentes y que la pandemia del COVID-19 ha cubierto rápidamente el planeta, propagando el sufrimiento, trastocando miles de millones de vidas y poniendo en peligro la economía mundial.
Advirtió que la enfermedad está llegando a países donde ya se viven crisis humanitarias causadas por los conflictos, los desastres naturales y el cambio climático, donde la gente se ha visto obligada a huir de sus hogares por las bombas, la violencia o las inundaciones y vive bajo cubiertas de plástico en los campos, o hacinada en campos de refugiados o asentamientos informales.
“Esas personas no tienen un hogar en el que puedan practicar el aislamiento social o aislarse. Les falta agua limpia y jabón para realizar el acto más básico de protección personal contra el virus: lavarse las manos”, mencionó Guterres.
El representante lamentó que si esas personas se enferman de gravedad no tienen forma de acceder a un sistema de salud que pueda ofrecerles una cama de hospital y un ventilador.
“Tenemos que acudir en ayuda de las personas extremadamente vulnerables, de los millones y millones de personas con menos capacidad para protegerse a sí mismos. Es una cuestión básica de solidaridad humana. También es crucial para combatir el virus”, aseveró.
Guterres expresó que si no tomamos medidas decisivas ahora se teme en este que el virus cobrará arraigo en los países más frágiles y todo el mundo será vulnerable a medida que continúa su marcha alrededor del planeta, sin tener en cuenta las fronteras.
Asimismo, el secretario aseguró que se debe mantener el apoyo a los planes de respuesta humanitaria existentes, de los que dependen 100 millones de personas.
Al mismo tiempo, Guterres anunció que se hace todo lo posible por planificar y ofrecer una respuesta que permita la pronta recuperación en los países de todo el mundo que más lo necesiten a fin de que se logre una nueva economía sostenible e inclusiva.
Puntualizó que pidió a los coordinadores residentes de las Naciones Unidas y a los equipos de las Naciones Unidas en los países que presten apoyo a los países de todo el mundo para hacer frente a las consecuencias socioeconómicas de la pandemia, lo cual requerirá un mecanismo de financiación adecuado.
“El apoyo a este plan de respuesta humanitaria es imprescindible para la seguridad sanitaria mundial. Es un imperativo moral que redunda en interés de todos. También es un paso crucial para ganar esta batalla”, sentenció el jefe de la ONU.