El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA) financió proyectos por $us 156 millones en Bolivia, y presentó nuevas oportunidades de inversión y movilización de recursos con potencial para contribuir a la reducción de la pobreza y la mejora de la resiliencia climática.
La directora Regional del FIDA para América Latina y el Caribe, Rossana Polastri, destacó la importancia de los proyectos en un evento en el que se mostró los resultados del trabajo conjunto entre el FIDA, el Gobierno y los diferentes actores dedicados al desarrollo rural.
“La agenda para un desarrollo sostenible en Bolivia no se puede alcanzar de forma unilateral y desconectada, y la cooperación entre las instituciones públicas, privadas y organismos es un pilar clave para el escalamiento y sostenibilidad de cada programa de desarrollo”, afirmó, citada en un boletín institucional.
El organismo financió desde el inicio de sus operaciones 14 proyectos que permitieron realizar inversiones en beneficio de miles de comunidades y hogares rurales por un total de $us 276 millones, de los cuales $us156 millones aportó el fondo.
Los datos fueron expuestos en el evento Políticas en sinergia: logros y oportunidades para el financiamiento del desarrollo rural en Bolivia, organizado por el FIDA, y que contó con la presencia del Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas, así como de funcionarios de gobierno y de instituciones aliadas como FAO, RIMISP y ALIDE.
La actividad agrícola en Bolivia es clave, pues genera el 34,6% del empleo y, de las 872.000 unidades productivas que existen, el 95% corresponde a agricultores familiares. Además, el 68% de la población vive en municipios con alta y muy alta vulnerabilidad en disponibilidad de alimentos.
Teniendo en cuenta este contexto, los proyectos con financiamiento del organismo son implementados principalmente por entidades de gobierno boliviano, lo cual se traduce en un trabajo en sinergia a favor del desarrollo de las comunidades rurales.
Entre los programas recientes apoyados están Accesos ASAP (Pando, Beni, La Paz, Oruro, Cochabamba, Chuquisaca, Potosí y Tarija), Pro-Camélidos (Potosí, Oruro y La Paz) y Accesos Rural (Valles del Sur y Chaco).
“Saber que hay una ruta de implementación de un proyecto financiado por el FIDA para el fortalecimiento de las políticas del Gobierno, y que ésta puede traer resultados, como en el caso de Pro-Camélidos, es un punto a favor. Ese es el valor agregado que genera una institución como la nuestra”, indicó Daniel Anavitarte, director País del FIDA para Bolivia.
El FIDA es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura.
El Fondo invierte en la población rural y, al empoderar a las personas, las ayuda a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer su resiliencia climática. Desde 1978, el FIDA ha destinado más de USD 24 000 millones en donaciones y préstamos a bajo interés para financiar proyectos en países en desarrollo.
Fuente: ABI
