El proyecto de ley que crea el Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF) establece que las personas con una fortuna acumulada mayor a 30 millones de bolivianos, al 31 de diciembre de cada año, serán tomadas en cuenta en el nuevo tributo que “se constituye en una política redistributiva”.
Según el proyecto de ley, las alícuotas son progresivas, pues van desde el 1,4%, 1,9% y 2,4% en función a la cantidad de la fortuna. De este modo, las personas con una acumulación de 30 a 40 millones de bolivianos pagarán 150 mil bolivianos.
Las que posean fortunas de 40 a 50 millones pagarán 350 mil, mientras que las que tengan más de 50 millones pagarán 600 mil.
El proyecto señala que “quedan excluidas del impuesto las empresas unipersonales, empresas públicas, sociedades comerciales, sociedades corporativas, sociedades anónimas mixtas y toda otra persona jurídica”.
Los Tiempos