El gobierno central cada año destina más de $us 1.000 millones a la subvención.
La Fundación Jubileo plantea refocalizar la subvención para resolver la actual crisis de los combustibles en Bolivia, donde el gobierno central cada año destina más de $us 1.000 millones.
El economista y analista de esa organización, Raúl Velásquez, dijo que, con esta propuesta, se busca retomar la ayuda temporal que otorga el Estado a un grupo poblacional que no puede pagar por cierto bien o servicio.
“Esto implica mantener la subvención para el transporte público, en el entendido de que este sector usa la gasolina y el diésel como insumo básico para su trabajo y por el que no pueden pagar su precio real. Adicionalmente, mantener la subvención a este sector es no impactar en las tarifas de micros y buses. Es decir, no se afectaría al grueso de la población”, indicó.
Sobre el resto de los vehículos, Velásquez mencionó que se propone establecer precios diferenciados de acuerdo al modelo, año, marca y cilindrada de motor.
Agregó que todos estos criterios están en el B-SISA y eso permitirá que, cuando el vehículo cargue combustible, el sistema le asigne un precio de acuerdo con sus características.
El economista y asambleísta departamental tarijeño, Luis Lema, declaró que al gobierno central no le quedan por implementar medidas complejas para eliminar gradualmente la subvención de los combustibles.
En su criterio, se debe restringir que los vehículos ilegales carguen gasolina y diésel en el país, donde se estima que existen más de 400 mil autos “chutos”.
Las otras medidas, según Lema, son: evitar que una familia que tenga tres vehículos se abastezca por igual, y la transición energética por vehículos eléctricos cuando en el país se tiene una sobreoferta de 1.600 megavatios (MW).
“El gobierno tiene que empezar a ver qué hace para no llegar a la actual situación, no hay que tenerle miedo y por supuesto no puede tocar al autotransporte y la agroindustria”, reafirmó el economista y asambleísta departamental.
Fuente: El Deber