Las transacciones con plástico o servicio electrónico tuvieron un alza del 14% respecto a 2021 cuando se facturó $us 2.140 millones. La ASFI determina el valor de las comisiones por el pago no en efectivo.
En 2022, las transacciones con plástico (tarjetas de debito y crédito) y servicio electrónico generó unos $us 2.344 millones (Bs 16.937 millones), un 14% más de los facturado en 2021 cuando se llegó a los $us 2.140 millones (Bs 14.900 millones).
El comportamiento del negocio comercial del pago-cobro no en efectivo en 2018 se ubicó en $us 1.587 millones (Bs 11.037 millones), en 2019 la cifra subió a $us 1.776 millones (Bs 12.363 millones), para bajar en 2020, producto de la pandemia, a $us 1.577 millones (Bs 10.977 millones), para luego repuntar en 2021 y 2022, según datos de ATC Red Enlace y Linkser que fueron elaborados por el Banco Central de Bolivia (BCB) y la Entidades de Intermediación Financiera (EIF).
Walter Morales, exdirector del BCB, sostuvo que el desempeño de este sistema de pago o consumo en el país se encuentra en franco crecimiento a la luz de las cifras y que su adopción ha sido acelerada básicamente por la pandemia para vincular comercios, entidades financieras y clientes, “del mismo modo, el uso de los códigos QR ha logrado incorporar más personas a la inclusión financiera, cuya tecnología se ha popularizado con las transacciones en compras rutinarias, desde pagos lujosos hasta mercados populares, lo cual deja cada vez menos uso del efectivo”, precisó Morales
Guido Huáscar Balcazar, gerente general de Red Enlace, una de las empresas en servicios financieros que administra la red de pagos electrónicos en Bolivia, detalló que la empresa emitió 122.000 tarjetas de créditos y 3,3 millones de débito y que la distribución de las mismas en 2022 fueron un 38%, en Santa Cruz, un 33%, en La Paz, un 19%, en Cochabamba y un 10%, en el resto del país.
Balcazar sostuvo que, en cuanto a las transacciones realizadas, Red Enlace registró que en 2022 fueron $us 862 millones (Bs 5.993 millones) y a junio de 2023 el monto se ubicó en $us 474,7 millones (Bs 3.304 millones) y agregó que “el crecimiento monetario del uso de tarjetas, en los últimos cinco años, tuvo un incremento del 15,7% en promedio, aproximadamente”.
Y puntualizó que del 100% de pago con tarjetas físicas por compra de productos o uso de servicios, a escala nacional, fue de un 86,9%, mientras que, las transacciones online fueron de un 13,1%, en tanto que, a junio de 2023, el porcentaje de transacciones con tarjetas fue de un 87,4% y un 12,6% de forma online o electrónica, que según Balcazar este sistema de pago ya ocupa un 20% en los centros comerciales.
Sobre el tema, Jaime Dunn, economista financiero, indicó que Bolivia tiene básicamente tres tipos de instrumentos electrónicos de pagos regulados: órdenes de transferencia, tarjetas y billeteras móviles.
“Aunque los datos en Bolivia son alentadores en otros países de la región tienen más opciones de pagos electrónicos, como Brasil, Chile y Colombia, que ofrecen servicios como PayPal, Mercado Pago y PayU. Internacionalmente estamos todavía cortos”, señaló Dunn.
Que remarcó que sin bien en el país hay un número importante de tarjetas de débito y crédito, pero no todas se usan para compras en línea, pues “Bolivia tiene una de las tasas más bajas de uso de tarjetas para compras en línea, solo el 5% al 8% de los compradores en línea usan este método Los países que más usan tarjetas para compras en línea son Brasil, México y Colombia, con más del 70% a 80% de los compradores en línea que usan tarjetas”, indicó Dunn.
Ventajas por el no en efectivo
Para Morales entre las principales ventajas que brinda el pago con tarjeta o de forma electrónica es la mayor rapidez, “dado que permiten la generación de nuevos negocios a través del comercio electrónico, amplían la cobertura geográfica de los servicios financieros y permiten un mayor acceso de la población a estos. Así mismo, cuentan con medidas de seguridad y supervisión. Por ejemplo, la tecnología usada en los códigos QR cumplen con normas internacionales de autenticidad y confiabilidad. Además, interactúan entre sí con cualquier cuenta digital alojada en billeteras móviles, así como con todo el sistema financiero”, puntualizó el exdirector del BCB.
Mientras que, Dunn subrayó las ventajas de usar estos sistemas de pagos son “con las tarjetas de crédito, puedes pagar más tarde y en cuotas, lo que te da más flexibilidad financiera. Con las tarjetas de débito, puedes controlar mejor tus gastos, ya que solo pagas con el dinero que tienes en tu cuenta”.
Que precisó que con ambas tarjetas se puede realizar compras en línea, en comercios físicos o en el extranjero, sin necesidad de llevar efectivo y es muy seguro. Con ambas tarjetas, se puede acceder a beneficios como descuentos, puntos, seguros o devoluciones. “Tienes también acceso a seguros, es decir hay más beneficios al pagar con tarjeta”, sostuvo el economista.
Balcazar agregó que es mucho más fácil aproximar una tarjeta de débito o crédito al equipo POS del comercio, que acudir primero a un cajero automático o entidad financiera a retirar dinero en efectivo. Es más eficiente, porque se evitan los inconvenientes del dinero en efectivo, como ser: la falta de cambio exacto en los comercios, recibir cambio en monedas de poca denominación, el riesgo de recibir billetes falsos o de sufrir un robo.
“Otra de las ventajas es la libertad. Pues al viajar, ya no es necesario llevar moneda extranjera para poder realizar compras. Con las tarjetas de débito o crédito, se puede viajar a cualquier país, sin que se limite la cantidad de efectivo en la bolsa. Es más, en caso de requerir efectivo, se puede retirar del cajero automático”, afirmó Balcazar.
Que según su criterio las tarjetas de débito y crédito suelen ser más seguras que el dinero en efectivo, puesto que, en caso de extraviarla, es posible reportarla y bloquearla (vía telefónica); con ello, evitar la pérdida de los fondos.
El control de las finanzas personales es otro dato a tomar en cuante ya que las tarjetas de débito y crédito, a diferencia del efectivo, permiten llevar un control de los gastos realizados, puesto que cada compra se registra en la cuenta del usuario, como transacción aprobada. Adicionalmente, se cuenta con la entrega de un voucher o comprobante impreso.
“Además, se pueden corroborar los gastos mes con mes, al recibir el estado de cuenta o día a día si se revisa el estado de cuenta vía Internet. La gran ventaja del estado de cuenta de las tarjetas de débito o crédito, es que dicen fecha y lugar de las compras, algo que, con el efectivo, no se puede hacer”, hizo notar Balcazar.
Ante la consulta si el pago en efectivo está perdiendo terreno o aún es determinante en el país, Morales desgrano e indicó que tanto los pagos electrónicos como el pago en efectivo se han incrementado, sin embargo, los primeros lo han hecho en mayor proporción en cuanto al valor en millones de Bs. (14%), así como, en número de operaciones (22%) en el 2022, con relación al 2021, lo cual, evidentemente refleja la creciente hegemonía de los sistemas de pago electrónicos.
Pero observó que “aún resalta la vigencia del uso del dinero físico. En contraste, en términos de valor promedio por operaciones, ambos ítems han sufrido una caída del 7% en similar periodo. Es decir, si bien se ha masificado el uso de medios electrónicos de pago, evidenciado por el incremento tanto en términos de infraestructura de pagos como indicadores de acceso, también es cierto que la gente ha reducido el valor de sus operaciones y transacciones”, analizó Morales.
ASFI y las comisiones
La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), precisó que al pagar un producto o servicio con una tarjeta de crédito las comisiones por los servicios básicos relacionados a su uso tienen que ver con el mantenimiento de cuenta, mismas que varían en función del tipo de tarjeta y el monto de la línea de crédito acordada entre la entidad de intermediación financiera con el consumidor financiero.
“En el caso de la banca por internet, el pago de comisiones se relaciona principalmente con la provisión de dispositivos físicos Token y su mantenimiento, mismos que también varían en función de las características de dichos dispositivos”, aclararon desde en ente fiscalizador.
“Cabe señalar que, a su vez, en el marco de lo establecido en el Reglamento para la Emisión y Administración de Instrumentos Electrónicos de Pago, contenido en el Capítulo II, Título VI, Libro 2° de las Recopilación de Normas para Servicios Financieros (RNSF), las Entidades Financieras (EF) tienen la obligación de brindar información oportuna a sus clientes sobre el motivo, detalle y descripción de las comisiones y otros cargos, si existieran. Asimismo, están obligadas a suministrar información veraz, exacta, precisa, integra, clara, oportuna y verificable, sobre los productos y servicios que ofrecen, así como los cargos y comisiones asociados”, detalló la ASFI.
¿Quién determina los valores de cobro de las comisiones?, de acuerdo con el Artículo 60 de la Ley 393 de Servicios Financieros, es atribución de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero establecer las comisiones y los niveles máximos de comisiones, tarifas y otros cargos que las Entidades Financieras podrán cobrar a los consumidores financieros para las operaciones y servicios prestados.
“Es importante señalar que todo cobro realizado por las EF debe enmarcarse en sus tarifarios, los cuales, conforme lo previsto en la normativa vigente, tienen que estar publicados en los respectivos canales de comunicación que mantienen con sus clientes”, indicó al ASFI.
Que subrayó que los aspectos que regula en lo referido al pago-cobro con tarjeta o sistema electrónico están establecidos en el Reglamento para la Emisión y Administración de Instrumentos Electrónicos de Pago, contenido en el Capítulo II, Título VI, Libro 2° de la Recopilación de Normas para Servicios Financieros (RNSF), en donde se indica que las EF que emitan Instrumentos Electrónicos de Pago (IEP), tales como tarjetas electrónicas u órdenes electrónicas de transferencias de fondos, están obligadas a informar a sus clientes sobre el motivo, detalle y descripción de las comisiones y otros cargos, si existieran, así como a publicar en lugares visibles, en cada una de sus oficinas centrales, sucursales, agencias y en sus sitios web, los cargos y comisiones por uso del servicio para IEP.
A manera de resumen Morales sostuvo que el monto de comisión depende del banco, la tarjeta y el tipo de transacción y que usualmente, no existen cobros, excepto a algunos comercios o cuando se hacen pagos al exterior.
Dunn subrayó que las comisiones pueden variar según las condiciones de cada banco y cada producto, “por lo que es recomendable consultar con su banco antes de realizar cualquier operación con tarjetas o giros electrónico ya que las comisiones puedes ser muy variables”, recomendó.
Fuente: El Deber