Surgen tensiones entre la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM) y Sinosteel. El presidente de la estatal, Milko Moreno, informó que la compañía china pidió $us 45 millones para entregar el informe a diseño final del proyecto, paralizado desde enero. Pero, la compañía China asegura que el Estado, hace seis meses no cancela una deuda por pedido de equipos. La ESM, alista plan de contingencia si el contrato se rompe.
En la víspera Moreno, informó que Sinosteel recibió $us 104 millones como anticipo, dado por el anterior Gobierno, para encarar el proyecto, pero solo existe un avance de 3%.
Adicionalmente, el ejecutivo, informó que la ESM pagó $us 6 millones por interés y comisiones de un crédito que el Estado accedió del Eximbank, para ejecutar la obra.
La ESM es una empresa pública, fue creada en el anterior Gobierno, para administrar una acería en el municipio de Puerto Suárez. En la comuna descansa el Mutún, una serranía que tiene las mayores reservas de hierro del mundo.
Durante años la esperanza de construir un complejo industrial generó varias frustraciones. El año pasado, el régimen de Evo Morales, logró un acuerdo con Sinosteel, para construir una planta, que tendría tres fases.
La primera contempla una planta con capacidad de producir 194.000 toneladas anuales de acero para la construcción. Con esto preveía cubrir hasta el 50% de la demanda nacional.
En la segunda fase, se establece el incremento del volumen de producción hasta 450.000 toneladas y la última etapa esta cifra se incrementaría hasta un millón de toneladas de acero.
Sin embargo, según Moreno, hasta la fecha la empresa asiática no presentó el proyecto a diseño final, un requerimiento fundamental para poder construir cualquier instalación de este tipo.
Es más, el funcionario, aseguró que la empresa asiática incumplió varios puntos del contrato. En especial aspectos técnicos, al querer implementar una nueva tecnología que incluso fue rechazada en China.
“Le quitaron al proyecto un horno de arco eléctrico y pusieron uno de inducción, que está prohibido en la china, porque sus costos son insuficientes. Ellos no tienen la tecnología”, explicó.
Para el titular de la empresa estatal, se han cometido muchas irregularidades, dado que el contrato se modificó dos veces.
“Además, se les entregó tierras, ahora quieren negociar otro contrato”, señaló.
Aseguró que la anterior administración cometió muchas irregularidades, y no hizo respetar el acuerdo inicial.
“Ahora quieren que yo les desembolse $us 45 millones, y en medio de eso, nos van a dar el proyecto a diseño final”, dijo.
Todo el contrato, según Moreno, está en manos de la Contraloría General del Estado que emitió un informe donde hace varias observaciones.
Por eso, en enero de este año, la contratista fue suspendida por no haber presentado el proyecto de diseño final de ingeniería.
Desde la empresa china, rechazaron estas observaciones. Es más, señalaron que “solicitamos a la ESM realizar el pago demorado desde hace seis meses, por pedido de equipos, no para presentar diseño final”.
Consultada sobre el tema Sinosteel indicó que las declaraciones del presidente de la estatal “no están en conformidad con la realidad de los hechos”.
“En sus dichos existen mucha información falsa”, indicaron desde la compañía.
Por otro lado, Moreno aseguró que incluso la empresa fiscalizadora del proyecto, Cisdi, también de origen chino, no dijo nada sobre las anormalidades detectadas por el informe de la Contraloría.
Más allá de los problemas detectados, Moreno sostuvo que la ESM quiere salvar el proyecto. Incluso se tiene previsto una reunión con la embajada china y el organismo financiador.
En caso de verse obligado a rescindir el contrato, con la actual contratista, aseguró que existe un plan de contingencia y el mismo podrá ser ejecutado por la nueva administración de Gobierno.
Cabe recordar que el próximo 6 de septiembre se realizarán en Bolivia elecciones presidenciales.
Desde Sinosteel, indicaron que en esta semana explicarán la situación del proyecto.
Mientras la polémica no se resuelva el Mutún seguirá dormido.
El Deber