Standard&Poors baja la calificación de riesgo de Bolivia por caída de exportaciones, reservas bajas y déficit fiscal

La calificadora puso CCC+ al país que prevé una perspectiva vulnerable a un incumplimiento de pagos.

La compañía Standard&Poors rebajó el 22 de noviembre del presente año la calificación de riesgo crediticia soberana de Bolivia a CCC+, el mismo parámetro que en 2016. Argumenta las causas en la disminución de las exportaciones de Bolivia, las limitadas reservas internacionales líquidas, los altos déficits fiscales y la escasa transparencia sobre los activos del banco central están aumentando los riesgos para el servicio de la deuda.

En cuanto a los factores políticos, el estancamiento y una Asamblea Legis dividido están limitando el margen de maniobra del gobierno, planteando dudas sobre su capacidad para asegurar el acceso oportuno a la financiación externa. “Como resultado, bajamos nuestras calificaciones crediticias soberanas de Bolivia a ‘CCC+/C’ desde ‘B-/B'”, señala el informe al que tuvo acceso EL DEBER. 

Sobre este tema, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas anunció una conferencia de prensa para hoy a las 10:30.

En este sentido, la perspectiva negativa indica los riesgos de una rebaja en los próximos 12 meses si un mayor debilitamiento de la liquidez externa afecta la capacidad del gobierno para realizar pagos oportunos del servicio de la deuda.

Acción de calificación

La perspectiva de las calificaciones a largo plazo es negativa. También rebajaron las calificaciones crediticias soberanas de corto plazo en moneda local y extranjera a ‘C’ desde ‘B’. Al mismo tiempo, revisamos nuestra evaluación de transferencias y convertibilidad a ‘CCC+’ desde ‘B-.

Asimismo, se indica el riesgo de un mayor empeoramiento de la liquidez externa, lo que podría afectar la capacidad del Gobierno para pagar plenamente su deuda. “Los desacuerdos políticos, incluso dentro de la coalición gobernante, han debilitado la capacidad del Gobierno para asegurar financiamiento externo y frenar la erosión de su perfil externo”, sostuvo.

Uno de los temas que pone en relieve S&P es el comportamiento de las finanzas durante los próximos 12 meses, por si se observa un mayor riesgo para el servicio de la deuda. “El continuo estancamiento político limita la capacidad del Gobierno para estabilizar y revertir la disminución de la liquidez externa que, si no se controla, podría plantear riesgos para la estabilidad económica y monetaria”. 

Los pagos de la deuda comercial del gobierno son bajos en los próximos 12 meses, pero una mayor erosión en la disponibilidad de divisas podría dañar la economía y socavar la capacidad del gobierno para pagar su deuda.

“En observación”

Standard&Poors considera que pueden mejorar la calificación si se aplican medidas políticas decisivas que impulsen la confianza de los inversores y reviertan el reciente empeoramiento del perfil externo del país. Entre otras cosas, esto incluiría “medidas para obtener un acceso mejor y oportuno al financiamiento externo y corregir déficits fiscales aún grandes, junto con una mayor transparencia en los datos económicos clave”.


“Deuda, déficits y reservas”

La rebaja refleja un perfil externo más frágil que, en nuestra opinión, ha debilitado la capacidad de Bolivia para cumplir con sus compromisos de servicio de la deuda. Los mayores déficits en cuenta corriente, las limitadas reservas líquidas de divisas y la falta de acceso a los mercados de capital externos han empeorado la solvencia del gobierno.

El estancamiento político, que ha impedido la capacidad del gobierno para asegurar el acceso oportuno a la financiación externa oficial, ha exacerbado el debilitamiento de las condiciones económicas. Las divisiones políticas, incluso dentro del partido político gobernante, han retrasado la aprobación del endeudamiento externo por parte del Congreso. Además, la falta de transparencia sobre los datos de las reservas internacionales aumenta la incertidumbre.

Estos riesgos se ven mitigados en parte por los requisitos relativamente bajos del servicio de la deuda comercial del soberano durante el próximo año.

También pesan sobre nuestras calificaciones de Bolivia la limitada flexibilidad de su política monetaria derivada de las rigideces del tipo de cambio, el bajo Producto Interno Bruto (PIB) per cápita y el crecimiento económico inferior al de otros países con un nivel similar de desarrollo. “Bolivia también tiene finanzas públicas débiles, con déficits netos del gobierno general superiores al 5% del PIB y una deuda neta del gobierno general superior al 60% del PIB”, señala el documento.

Fuente: El Deber

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