Tarija, capital gasífera del país, en la cola en conexiones de redes de gas

La Paz, Oruro y Potosí, regiones no productoras, tendrán más instalaciones pese a que el departamento del sur tiene los mayores campos de gas. En Bermejo falta el producto, un ingenio operará a leña.

Tarija está en los últimos lugares a la hora de priorizar la construcción de las nuevas redes de gas domiciliario. En la capital gasífera se construirán menos conexiones que en departamentos no productores, como La Paz, Oruro y Potosí.

Los números del último informe de rendición de cuentas de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) lo demuestran. Durante 2021, en Tarija solo harán 1.964 instalaciones.

Por debajo de este departamento están Pando y Beni, ambos con 750, previstas para este año.

Arriba de la tierra del gas están Oruro que tendrá 4.150 instalaciones; Potosí, 5.350 y La Paz, 5.000. Este departamento, junto a Cochabamba, son los que tienen la misma cantidad proyectada y se constituyen en las regiones con mayores conexiones nuevas de redes de gas domiciliario.

Entre los departamentos productores, Cochabamba está en primer lugar, con 25.000; Santa Cruz tendrá 23.000. A esta lista se suma Chuquisaca, que cuenta con 4.000 conexiones. En último lugar está Tarija, con las cifras mencionadas anteriormente.

En total, para 2021, YPFB invertirá $us 132,86 en la construcción de redes de gas natural.

El experto Hugo del Granado, sostuvo que las autoridades del Gobierno central y de Tarija descuidaron el desarrollo de redes de gas en ese departamento y sus ciudades intermedias.

Esto hizo que el departamento esté aislado. Lo paradójico, según el especialista, es que los mayores megacampos de gas están en Tarija, como Bermejo, Yacuiba, San Alberto y San Antonio.

Se debieron preocupar de enlazar a las ciudades con la red de gasoductos que transporta gas natural a Argentina y “también debieron ocuparse de que no existan sistemas aislados de generación eléctrica”.

Del Granado matizó que incluso Tarija opera la Eléctrica del Sur, que está diseñada para exportar energía a Argentina, pero no está interconectada a Bermejo.

La desatención a Tarija no es nueva. Las acciones de la Empresa Tarijeña del Gas (Emtagas) pasaron a YPFB en 2006, pero los pobladores se quejaron de que la estatal no invirtió en la misma, por lo que quedaron rezagados en conexiones de gas. El mes pasado, luego de un bloqueo en Yacuiba, Omar Velásquez, presidente de la Asociación de Microempresarios de Yacuiba, dijo que uno de los compromisos asumidos es que YPFB haga la convocatoria para el proyecto de redes secundarias, con lo que muchos barrios contarán con gas.

Se consultó a YPFB acerca del número de conexiones domiciliarias de gas natural proyectadas para Tarija en esta gestión, pero no contestaron a la pregunta.

Caso Bermejo

La provisión de gas en Tarija tomó relevancia después de que el ingenio azucarero de Bermejo revelara que usará leña y bagazo para operar en su zafra por falta de gas.

Desde YPFB admitieron que no podían atender la demanda del producto e indicaron que la comuna no está conectada al sistema nacional de distribución. Pero que distribuirá diésel para aliviar la escasez de energía, como medida de corto plazo.

Consultados sobre por qué Bermejo no está conectado al sistema nacional, desde Yacimientos indicaron que “así lo decidieron sus autoridades de turno en anteriores gestiones y que ahora se ven las consecuencias de una mala política regional”.

En esa zona opera el pozo Bermejo X44 desde hace más de 90 años. Este pozo tiene una producción de 2 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd) de gas natural, que según Yacimientos es suficiente para atender la demanda regular de la población.

“Esta demanda se incrementa levemente en la zafra, que mediante un trabajo coordinado será atendida a cabalidad”, señala.

El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, sostuvo que lo ocurrido en Bermejo deja al descubierto los problemas de exploración.“Si no hacemos nada vamos a importar gas. No tenemos un programa de exploración desde 1997 cuando se encaró el último plan masivo”, dijo y agregó que “los campos que operan ahí se están agotando”.

Por Ernesto Estremadoiro Flores

Fuente: El Deber

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