Desde octubre los envíos se ubican por debajo del mínimo previsto en el contrato. El pedido cursa en medio de la renegociación de la adenda.
En medio de una nueva renegociación del contrato de compra-venta de gas natural, el Gobierno argentino define por estos días el inicio de un reclamo formal a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) porque desde el mes pasado envía un volumen inferior al mínimo acordado.
La medida deberá ser definida desde Integración Energética Argentina (Ieasa), ya que es la titular del contrato de importación de gas firmado en 2006 y cuya vigencia se extiende hasta 2026.
Fuentes del Gobierno del país vecino explicaron que la decisión de iniciar el reclamo por el incumplimiento de las cláusulas de deliver or pay (entrega o pago) es casi un hecho porque desde el 22 de octubre pasado los envíos de YPFB incumplieron los volúmenes mínimos fijados en la quinta adenda del contrato que se firmó en diciembre del año pasado, reportó el diario argentino Río Negro.
De acuerdo con la adenda vigente, desde Bolivia se debe garantizar una entrega mínima de ocho millones de metros cúbicos por día (MMmcd), desde octubre a diciembre.
Este valor fue un reconocimiento a la caída en la producción en Bolivia, ya que hasta el año pasado el volumen de envíos mínimos era de 9 MMmcd.
Sin embargo, de acuerdo con los registros públicos del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) de Argentina que controla las inyecciones en las redes, desde el pasado 22 de octubre los volúmenes enviados por Bolivia se ubicaron por debajo de ese nivel, e incluso en días como el 23 de octubre se despacharon apenas 5,7 millones de metros cúbicos y 6,8 el 27 de octubre.
En 10 días consecutivos de incumplimiento, los despachos desde YPFB a Argentina ya contabilizan una diferencia de 9,1 MMmcd y cuadran con las condiciones para activar un reclamo en función de las cláusulas de deliver or pay que prevé el contrato.
Pero, además, fuentes al tanto de las negociaciones con Bolivia indicaron al medio argentino que desde el Gobierno vecino se desconfía que la menor inyección de YPFB se deba a una real caída en la producción, sino a que desde Bolivia se estarían priorizando los despachos con destino a Brasil por sobre Argentina.
“No vemos que haya recortes similares en los envíos a Brasil con los recortes que sí estamos viendo hacia Argentina”, indicó la fuente que reconoció que “la renegociación de la adenda está tensada”.
El año pasado la renegociación del contrato de importación también fue dura, al punto que recién logró ser firmada al mediodía del 31 de diciembre, y entró en vigencia 12 horas después.
Para 2022, en Argentina se dice que Bolivia ya habría anticipado que no puede sostener el actual nivel de envíos, y sobre una inyección de 14 millones de metros cúbicos por día que se fijó para el invierno de este año en el territorio de destino, ya se habría anticipado que el máximo para el invierno del próximo años sería de 12 MMmcd.
En Argentina temen que un menor envío de carburante desde Bolivia para 2022 obligará a completar las necesidades con la importación gas natural licuado (GNL) o líquidos que son mucho más costosos, y se anticipa que costarán unos 18 dólares por millón de BTU para el año que viene.
El Gobierno argentino apunta a lograr una mejora en el precio que se pagará por el gas, pero se sabe que la posición de Bolivia es la de reducir los envíos pero no el precio.
Expertos advierten que “si se cae la adenda vuelve a tener vigencia el contrato original, que contempla la entrega de 21,3 millones de metros cúbicos por día durante todo el año, que claramente Bolivia no puede cumplir”.
Fuente: Río Negro y Página Siete Digital