Indican que subida de importaciones es señal de mayor dinamismo en la economía, pero que el contrabando y barreras al sector afectan economía y crecimiento. Gobierno perfila acabar subvención en 2025.
De enero a abril de este año, las importaciones bolivianas alcanzaron un total de $us 3.724 millones, cifra mayor en $us 237,9 millones a la registrada en el mismo período de 2022, cuando alcanzó a $us 3.486,4 millones. Este comportamiento, según el boletín estadístico Comex del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), representa un incremento de las importaciones en el período de referencia de un 6,8%.
La categoría de combustibles y lubricantes tuvo la mayor participación dentro de las importaciones del país con el 27%. Las compras externas superaron los $us 1.000 millones en el primer cuatrimestre del presente año, monto que representa un 17,7% de incrementó comparado con igual periodo de la gestión transcurrida.
El incremento de las importaciones, según el INE, responde a las compras externas de equipo de transporte y sus piezas y accesorios para satisfacer la demanda interna principalmente en el sector de la minería con aumento en 35,1%. Similar tendencia muestra la importación de combustibles y lubricantes con aumento de 17,7%, al igual que la categoría de alimentos y bebidas con 11,9%. Por su parte, las categorías de suministros industriales y artículos de consumo registran una disminución de 12,2% y 4,8%, respectivamente.
A criterio del presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Giovanni Ortuño, las importaciones de capital o de inversión son necesarias porque permiten producir más, fomentan el crecimiento, generan competitividad e impulsan la eficiencia y productividad empresarial.
A la vez, infiere que la importación legal o ilegal de alimentos, bebidas, textiles, medicamentos, material de construcción, utensilios, productos de cuero o madera, entre otros artículos, saca a relucir las falencias en el modelo productivo y la falta de oportunidades o capacidad es para desarrollar de manera importante la industria nacional. “Aquí está el mayor problema porque se refiere a importaciones que afectan la economía y el crecimiento, y en este nivel los problemas son simples y claros: el contrabando y las barreras al sector privado”, apuntó Ortuño.
Respecto a la importación de carburantes, piensa que es un problema que se debe resolverse, sea por la vía de cambiar las normas para atraer inversión que impulse la exploración y la producción, o mediante la sustitución de fuentes de energía. “El aumento de las importaciones es una muestra de mayor dinamismo en la economía de un país, “el problema se genera cuando la composición evidencia que se está afectando al aparato industrial interno y, sobre todo, cuando no hay un equilibrio con las exportaciones”, insinuó Ortuño.
En el contexto de los hidrocarburos, el pasado mes, citado en la estatal ABI, el presidente Luis Arce, afirmó que al 2025 se proyecta dejar de importar y acabar con la subvención, a través de distintas estrategias como las plantas de biodiesel, y consolidar la industrialización con sustitución de importaciones que permitirán al Estado ahorrar hasta $us 3.000 millones.
Las plantas de biodiésel son parte de la política de industrialización con sustitución de importaciones. El Estado avanza en la construcción de 130 plantas con una inversión de $us 3.600 millones. La subvención a los hidrocarburos representa una carga ‘fuerte’ para el Estado, por el repunte del precio del barril del petróleo atribuido a la guerra Rusia-Ucrania.
Días atrás, según el presidente de la estatal YPFB, Armin Dorgathen, la petrolera logró reducir el costo de la importación del litro de gasolina de Bs 10 a cerca de Bs 6, esto como resultados de las mejoras en la logística de importación, lo que incide en la reducción de la subvención. “El objetivo es seguir en esta lógica y bajar a Bs 5 o Bs 4 este costo”, puntualizó.
A mayo, YPFB registró costos menores en la importación de combustibles por el lado occidente, por lo que puso en marcha las adecuaciones logísticas para incrementar los volúmenes a importar desde ese punto geográfico. Hasta ese mes se reportó un ahorro de $us 17 millones.
Eficiencia y competitividad
A juzgar por la gerente técnico del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), María Esther Peña, el aumento del 7% de las compras externas en valor y una caída del 4% en volumen en el primer cuatrimestre del 2023 denota un efecto precio, es decir, que los productos importados subieron su valor, sobre todo alimentos, bebidas y combustibles, lo que puede incidir en el alza de precios en el mercado interno de ciertos bienes.
“Este crecimiento si no está acompañado en mayor proporción con el flujo de las exportaciones da como resultado de déficit comercial como el que Bolivia acumula hasta abril de $us 134 millones, cuyo déficit tiene repercusión sobre las Reservas Internacionales Netas (RIN), dificultando la solución a la escasez de dólares”, advirtió la ejecutiva del IBCE.
Peña asegura que un incremento en las importaciones es síntoma de dinamismo en la economía, pero siempre cuidando la producción nacional. “Es importante el fortalecimiento de los factores productivos que permitan dar mayor eficiencia y competitividad a la producción nacional para que conquiste al consumidor local”, anotó.
Para el economista Darío Monasterio, el ascenso del valor de las importaciones en el primer cuatrimestre de este año, comparado con el mismo período de 2022, puede ser generado por un aumento del tipo de cambio (paralelo) y los costos asociados a la importación (comisiones bancarias). “Si analizamos las caídas, los bienes de consumo disminuyen debido a una caída en el ingreso disponible de los hogares”, mencionó.
Por el lado de los combustibles, el economista juzga que se debe al aumento del precio de los combustibles importados y al crecimiento vegetativo del parque automotor.
Fuente: El Deber