La Cámara Nacional de Industrias sostuvo que la defensa de la institución se centra en las empresas que tienen conexiones legales de gas.
Las industrias que generan menos de 2 megavatios (MW) no requieren para ello del permiso de la Autoridad de Fiscalización de Electricidad y Tecnología Nuclear (AETN), indicó el gerente de Desarrollo Económico de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), Luis Fernando Strauss.
El ejecutivo realizó estas declaraciones luego de que en una entrevista publicada ayer domingo en EL DEBER el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, afirmara que hay empresas que producen energía eléctrica sin reportarlo a la AETN, “lo que es peligroso”.
“Si bien hay 20 empresas que tienen contratos con YPFB, nos dimos cuenta de que hay como 100 empresas ‘piratas’, que están ilegales conectadas al gas para autogeneración (…). Son grandes empresas generadoras”, sostuvo la autoridad.
Al respecto, Strauss dijo: “No tengo conocimiento de a qué empresas se refiere el Gobierno”.
“Hay que tomar en cuenta que muchas industrias se autogeneran menos de 2 megavatios y, por lo tanto, no requieren de una autorización de la Autoridad de Fiscalización de Electricidad para operar”, indicó.
“De todos modos, el problema es que están restringiendo a las empresas formales, quitándoles el gas para venderlo a los mercados de exportación. Ello contradice la Constitución Política del Estado y la Ley de Hidrocarburos, normas que textualmente dan prioridad a los bolivianos frente a los extranjeros, en el consumo de este energético”, insistió.
La Cámara Nacional de Industrias (CNI) aclaró a su vez que la defensa de la institución se aboca a las industrias con conexiones legales de gas.
“Como Cámara, nosotros vamos a buscar siempre mejores condiciones para la inversión y, en este caso, a temas normativos de las empresas legales. En ningún caso vamos a apoyar a empresas que hubiesen hecho conexiones ilegales, esas no son parte de la defensa”. afirmó el presidente de la CNI, Pablo Camacho.
Fuente: El Deber
