“Vamos a tener una auditoría muy clara de la inversión y una segunda (tarea) es la reingeniería que se debe hacer”, informó.
Aseguró que, hasta la fecha, la Planta de Urea trabajó a menos de 10% de su capacidad real, lo que la hace deficitaria, a pesar de la gran inversión que significó.
Señaló que realizar la auditoría a la factoría no es sencillo, por lo que ya se tomó contacto con los representantes diplomáticos de Corea del Sur, tomando en cuenta que la encargada de su construcción fue Samsung.
Entretanto, dijo que se encarará una reingeniería en la planta, para saber qué se hará con ese proyecto, por lo que el objetivo de su gestión es por lo menos dejar la “semilla” o idea del futuro de esa factoría.
Por otra parte, lamentó que la poca producción de la Planta de Urea se haya destinado, en gran parte, al mercado de Cuba a precios más bajos de los que se vendía en el mercado interno.
En ese sentido, señaló que se planteará, como cabeza de sector, interrumpir la adenda que se pretende firmar para cumplir con el contrato de venta de urea a Cuba, porque, incluso, todavía no se pagó al Estado boliviano el primer stock de 6.000 toneladas que se envió al mercado cubano.