En conferencia de prensa, Zamora explicó que existe una denuncia formal de que la ubicación de la Planta de Urea, muy cercana al trópico de Cochabamba, obedece a intereses ilícitos.
“Hay una denuncia formal que se hizo de que la urea se está utilizando como sustancia controlada, y también establece, esa denuncia, de que la ubicación respondería a ese tipo de intereses”, indicó en rueda de prensa.
La autoridad dijo que se tiene información de que la urea “sí puede ser utilizada como una sustancia precursora para la elaboración de cocaína”, por lo que las investigaciones darán mayor claridad del vínculo entre la producción de la Planta de Urea, con ese ilícito.
En ese sentido, dijo que, si se confirma que la urea es utilizada con fines ilícitos en el país, se pedirá a las instancias correspondientes, fiscalizar ese producto una sustancia controlada.
Por otro lado, dijo que también se investigará si el querosén importado, que subvenciona el Estado, es desviado a la producción de cocaína.
En rueda de prensa, dijo que mientras dure la auditoría y reingeniería, las operaciones en la Planta de Urea seguirán paralizadas, ya que seguir en funcionamiento significaría solo generar pérdidas para YPFB.
“Esa auditoría, acompañada de una reingeniería para saber qué es lo que deberíamos hacer, será entregada a la brevedad posible, estimamos que en 90 días a más tardar deberíamos tener todo esto”, dijo.
Manifestó que, como parte de la reingeniería de la planta, no se descarta mover esa factoría a otro lugar donde sea más rentable, como Santa Cruz, que es su principal mercado, junto con Brasil.
No obstante, señaló que ese procedimiento costaría alrededor de 150 millones de dólares, por lo que se evaluará la factibilidad.
Desde su inauguración, en 2018, señaló que la Planta de Urea solo operó al 8% de su capacidad, lo que generó únicamente pérdidas para el Estado.
