El sector hidrocarburos de Bolivia, con el modelo actual que no atrae inversiones privadas en exploración, no tiene buenas perspectivas. Así lo refleja un análisis elaborado por la consultora Gas Energy Latín América (GELA), el cual proyecta que el año 2029 Bolivia habrá dejado de exportar gas natural y estará importando la totalidad de los recursos energéticos, por un monto de 5.700 millones de dólares.
Para tener una referencia, ese monto equivale al 13 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia en la actualidad.
Álvaro Ríos, socio director de GELA, ve con preocupación el futuro del sector hidrocarburos, pues considera que el modelo actual sirvió para explotar los recursos descubiertos 25 años atrás, pero no permitió reponer reservas a través de actividades de exploración.
“Diseñamos un sistema para ordeñar la vaca, pero no para darle todos los nutrientes para que siga produciendo leche”, dice Ríos a modo de comparación.
Mencionó que la decadencia del sector, plasmada en la disminución paulatina de la producción de gas natural y las dificultades para cumplir los compromisos de exportación, ya fue advertida el año 2013. Y es que, en base al contrato original, actualmente Bolivia debería estar exportando a Argentina entre 17 y 23 millones de metros cúbicos día (MMm3d), pero exporta un promedio que apenas supera los 4 MMm3d. Los envíos a Brasil, en tanto, bajaron de 30 MMm3d a 20 MMm3d.
“Así como dijimos el 2013 que no íbamos a poder cumplir con los contratos de gas, hoy podemos decir que el 2024 vamos a dejar de exportar gas a Argentina y el 2029 vamos a dejar de exportar a Brasil y comenzaremos a importar gas natural. Esa es la realidad con la situación actual exploratoria que se tiene en el país”, advierte Ríos.
Pero el cese de las exportaciones lleva al país a un escenario aún más complejo, puesto que las importaciones no solamente continuarán, sino aumentarán. Según los datos de GELA, elaborados en base a información oficial, el 2022 Bolivia cerró con un déficit energético de 1.300 millones de dólares.
Sin embargo, el año 2029, con un precio del barril de petróleo de 80 dólares, el déficit subirá a 5.700 millones de dólares por el aumento de las importaciones de gasolina, diésel, petróleo, GLP e incluso energía eléctrica.
La decadencia del sector hidrocarburos no es un tema desconocido para el Gobierno de Bolivia, que a través de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), ejecuta el Plan de Reactivación de Upstream (PRU) que apunta a desarrollar 36 proyectos exploratorios entre 2021 y 2024 y, de ese modo, incrementar la producción de hidrocarburos y la reposición de reservas.
“Las inversiones que realicemos como YPFB Casa Matriz con nuestras empresas subsidiarias y filiales traen empleo, desarrollo a la zona que se interviene y generan mayor movimiento económico. Todo proyecto petrolero que se realice tiene gran beneficio para la población. Además, todas las actividades exploratorias que hacemos contemplan el cuidado del medioambiente”, aformó el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, a mediados de julio de este año.
Para el ejecutivo de la estatal petrolera, un aspecto sobresaliente es que el PRU no solo apunta a la perforación de pozos exploratorios en zonas productoras tradicionales como es el Subandino Sur, sino también mira al Subandino Norte con proyectos en el departamento de La Paz como Mayaya Centro X1-IE, actualmente en perforación.
Planes sin resultados.
Ríos duda del impacto del PRU que encara el Gobierno: “Yo he escuchado muchos planes de reactivación YPFB, hemos escuchado el plan de reactivación número 12 en los últimos 10 años; planes ha habido muchos, pero lo que no hay es la inversión que acompaña eso”.
Además, el especialista indica que la inversión en exploración que YPFB hizo en 6 ó 7 pozos exploratorios no dio resultados porque los pozos salieron negativos.
Para el analista, se requiere aumentar la actividad exploratoria y el número de perforación de pozos.
“No deberíamos estar perforando un pozo al año, deberíamos estar perforando 20 pozos al año, y para perforar 20 pozos necesitamos cambiar el sistema impositivo, se necesita dinero y el dinero no lo tiene YPFB, lo tienen las empresas internacionales que no quieren apostar porque el sistema impositivo es perverso”, dijo.
Fuente: Los Tiempos