Según Guzmán, el proyecto para construir una línea de transmisión eléctrica hacia Argentina fue mal presupuestado, ya que se calculó un costo inicial de 25 millones de dólares, pero se evidenció que para terminar su tendido, dentro y fuera del país, se requiere otros 10 millones de dólares.
“Ese fue uno de los falsos proyectos que nos quiso vender el anterior Gobierno (…), visitamos a la empresa encargada de llevar adelante este proyecto; allá descubrimos que todo esto era una mentira y una falacia, de que el proyecto aún no está terminado, pero lo más importante es que la concepción del proyecto en términos financieros nunca estuvo bien hecha”, aseveró en un desayuno con periodistas en La Paz.
Aseguró que lo peor de todo fue que todavía no se tiene un contrato que establezca los volúmenes y costos de la supuesta venta de energía eléctrica al mercado argentino, y que luego de terminar el tendido de la línea de transmisión, Bolivia debía entrar a competir con proveedoras de Argentina.
En ese sentido, dijo que se instruyó realizar una auditoría legal, financiera y técnica para evidenciar si el proyecto es realmente viable y de beneficio para el país.
Indicó que se desistirá de continuar con el proyecto, si las auditorías evidencian que no será rentable para Bolivia.
No obstante, señaló que, a pesar de esa mala experiencia, se iniciaron negociaciones con autoridades de Brasil, para encarar proyectos de exportación de energía eléctrica a ese mercado, ya que el país tiene excedentes de 1.600 megavatios, actualmente.