“Estamos hablando de unos 68 millones de bolivianos, aproximadamente, hablemos de 10 millones de dólares. Una segunda acción es que, hemos previsto, hacer un diseño final para un nuevo City Gate, para una nueva Senkata, pero en la zona Sur”, dijo.
Se prevé que el nuevo sistema de seguridad para Senkata, cuente con un muro perimetral de hormigón armado de más de cuatro centímetros de grosor, 56 plataformas de vigilancia de cuatro metros de altura, otras 15 de seis metros y cinco casetas especiales en los lugares más críticos de almacenamiento de carburantes, indicó la autoridad.
Explicó que la medida busca dar la máxima seguridad a esa planta de distribución de carburantes, ya que los hechos sucedidos a finales del año pasado, tras la renuncia y salida del país del expresidente Evo Morales, cuyos seguidores ingresaron a dinamitazos a Senkata, pusieron en riesgo a miles de personas.
“Lo que tuvimos es suerte y es parte de un pasado que no debe volver a ocurrir porque habríamos tenido cientos de miles de personas fallecidas directamente. Senkata es uno de los puntos más críticos, es una de las plantas de distribución (de carburantes) más grandes de Bolivia”, dijo.
Por otro lado, mencionó que se prevé arrancar con el diseño final para la construcción de una planta de distribución, pero en la zona Sur de La Paz, para que abastezca a un mercado tan grande como el paceño, y que Senkata se encargue exclusivamente de El Alto.