El gobierno del presidente Donald Trump ordenó a Chevron -la última petrolera de Estados Unidos activa en Venezuela- cerrar sus operaciones de explotación de crudo en el país sudamericano.
Chevron, que lleva casi un siglo en Venezuela, tendrá como fecha plazo el 1 de diciembre para clausurar sus actividades y sólo se le permitirá realizar operaciones extremadamente limitadas hasta entonces, haciendo efectivamente imposible su presencia el el país sudamericano.
La decisión está destinada a aplicar aun más presión sobre el presidente Nicolás Maduro, cortando lo que Washington estima como el sustento vital de un gobierno que considera ilegítimo.
Pero la medida también se da dentro del marco del colapso de los precios del crudo en EE.UU. -cuya cotización el lunes bajó a terreno negativo por primera vez en su historia- y que hace tambalearse a la industria petrolera.
Permiso especial
Chevron es la última gran petrolera estadounidense que permanece en Venezuela, después de que Exxon Mobil y ConocoPhillips abandonaran el país tras no aceptar la decisión del entonces presidente Hugo Chávez de forzarlas asociarse con Pdvsa en empresas mixtas, en las cuales la petrolera estatal venezolana siempre tendría mayoría accionaria
Chevron gozaba de una licencia especial que le permitía continuar con la producción de petróleo en colaboración con Pdvsa y comerciar con el crudo venezolano en mercados internacionales.
En los últimos meses, sin embargo, el gobierno de Trump ha venido apretado más las sanciones contra Venezuela.
A partir de ahora, a la empresa estadounidense se le prohibirá perforar, vender y transportar petróleo venezolano. Lo único que se le permitirá hacer es conducir algunas transacciones financieras con Pdvsa para realizar trabajos esenciales de infraestructura hasta el cierre paulatino de las operaciones para comienzos de diciembre.
/BBC