El presidente de YPFB, Herland Soliz, informó de que los efectos de la caída de los precios internacionales del petróleo se sentirán desde octubre con una reducción de 45% en los presupuestos que maneja el gobierno central para las alcaldías y gobernaciones.
“Este es un duro golpe de un 45% menos con respecto al presupuesto que se tenía el año 2020. Significa que esa venta de gas natural se traduce en renta petrolera y esa renta petrolera va dirigida al Gobierno nacional, a YPFB, a las gobernaciones, a los municipios y a las universidades”, señaló Soliz.
Dijo que las nueve gobernaciones tendrán que reducir sus gastos al mínimo porque ellas dependen de los Impuestos Directos a los Hidrocarburos (IDH) y de las regalías. Pero no ocurre lo mismo con las alcaldías que perciben otros ingresos.
Soliz señaló que la caída drástica del precio del petróleo se produjo después de casi 30 años, y en estos momentos esto se traduce como una catástrofe, no solo para la economía del país, sino para todos los países que rigen sus exportaciones de materias primas con el precio internacional del petróleo, señala una nota de ANF.
En este escenario, señaló que el país perderá alrededor de $us 700 millones por la venta del gas natural a Brasil y Argentina, pero tendrá un ahorro de unos $us 500 millones por la importación de líquidos.
Una de las principales causas para la caída del precio internacional del petróleo WTI fue el exceso de oferta y una muy baja demanda por la pandemia del coronavirus. La presidenta Jeanine Áñez ordenó a los ministros buscar mecanismos para rehabilitar de forma parcial la economía del país, sostuvo.
El crudo West Texas Intermediate (WTI), que cotiza en el mercado a futuro de Nueva York (Nymex), revertía su tendencia de ayer, que tocó fondo con una cotización de -37 dólares el barril, y escalaba 109.57%, comercializándose a 3,60 dólares el barril en los contratos con entrega en mayo. Hasta las 16.00 horas de Bolivia, el barril de petróleo WTI cotizaba a 10 dólares, según la agencia Bloomberg.