“Vamos a comenzar a buscar hidrocarburos no convencionales en el área Miraflores del departamento de Chuquisaca, donde existe una gran posibilidad de encontrar un reservorio que tiene un potencial superior a 400 TCF”, manifestó la autoridad del actual gobierno transitorio.
Llevar adelante esta búsqueda implica retomar un proyecto que se gestó durante la administración del Movimiento Al Socialismo (MAS) sobre la explotación de recursos no convencionales, en el área Miraflores, ubicada en el municipio de Macharetí, provincia Luis Calvo de Chuquisaca.
“El actual presidente de YPFB repite lo que se dijo antes e incluso va más allá, con la afirmación de seguir las gestiones que dejó el anterior gobierno y que llevaría a Bolivia a iniciar la etapa de la exploración y explotación de los (hidrocarburos) no convencionales”, dijo en entrevista con ANF, el investigador del Cedib, Jorge Campanini, al enfatizar que esta explotación implica la técnica del fracking, de un alto impacto ambiental y que incluso ha llevado a que varios países la prohíban.
El pasado 1 de agosto de 2018, Oscar Barriga, entonces presidente ejecutivo de la estatal petrolera, conjuntamente con YPFB Chaco S.A con su gerente Eduardo Paz y la empresa canadiense Cancambria Energy suscribieron un documento de “Condiciones para el Convenio de estudio para la evaluación del potencial hidrocarburífero de áreas reservadas a favor de YPFB, Área Miraflores”.
“Un convenio de estudio es el primero paso para la firma de un contrato de exploración y explotación. Fue la misma empresa canadiense que en un encuentro sobre hidrocarburos anunció que la cantidad de pozos que iba a explorar era de 800, en Miraflores”, agregó el experto del Cedib.
El debate por la incursión de Bolivia en la búsqueda de hidrocarburos en zonas no tradicionales, y que implica usar la técnica del fracking, se da por los altos impactos ambientales que generará a corto y mediano plazo.