El Festival tenía que realizarse entre el 22 y 30 de abril en Santa Cruz capital, las Misiones Jesuíticas y Tarija.
La Asociación Pro Arte y Cultura (APAC), que organiza el Festival Internacional de Música Renacentista y Barroca Americana “Misiones de Chiquitos”, anunció este viernes 13 de marzo el cambio de fechas de su decimotercera versión.
“Siguiendo las políticas y acciones que implementa el Gobierno Nacional, la Gobernación, la Alcaldía de Santa Cruz de la Sierra y las Alcaldías del departamento, en conformidad con estas mismas recomendaciones y normativas, nos vemos obligados a postergar las fechas del próximo festival de música y suspender todos los encuentros públicos, como conciertos, ensayos, clases y reuniones que APAC pudiera organizar, es decir, que el festival de música no se suspende, sino que se pospone”, dijo Ana Luisa Arce, presidente del directorio de la asociación cultural.
Arce adelantó que las nuevas fechas serían entre el 31 de julio y el 9 de agosto, aunque “las mismas serán confirmadas oportunamente si las condiciones de este brote epidémico lo permiten”, remarcó.
Cabe recordar que el Festival Internacional “Misiones de Chiquitos”, que se realiza cada dos años, estaba previsto entre el 22 al 30 de abril. Para esos nueve días se tenía confirmada la presencia de más 1.000 músicos provenientes de 13 países y quienes ofrecerían alrededor de 140 conciertos no solo en la capital cruceña, Cotoca, Porongo y las Misiones Jesuíticas, sino también en Tarija. Gran parte de los conciertos eran gratuitos.
Para este año se tenía como novedades dos megaproducciones: “Barroqueando con niños y jóvenes” con la participación de cinco coros cruceños, la Orquesta de Urubichá y el Coro de Niños de Poznan (Polonia) y para cerrar con broche de oro se ofrecería el “Barroco Monumental” con la participación de 300 músicos. A ello se uniría el simposio de musicología que volvía a la capital cruceña y que se desarrollaría en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA).
“A pesar de los desafíos que nos han tocado en Bolivia y en el mundo, a pesar de las quemas y sequía en la zona de Chiquitos, el festival fue percibido por todos como símbolo de esperanza y de alegría, y muchos han puesto su granito de solidaridad para poder realizarlo a pesar de los desastres naturales que hemos vivido. Económica, moral y anímicamente recibimos el apoyo constante de instituciones públicas, eclesiásticas, organismos internacionales, empresas privadas y personas amigas”, enfatizó Arce, quien concluyó afirmando: “A los organizadores no nos falta esperanza y haremos todo lo que esté nuestro alcance para convocar a todos a nuestras bellas iglesias donde esperamos pasar un momento de belleza y de encanto que elevará nuestro espíritu y construirá una sociedad más hermana y solidaria”.