Bolsonaro calificó a su aislamiento por el coronavirus como “horrible” y poco después lo mordió un emu

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se encuentra aislado desde hace casi una semana en la residencia oficial de Alvorada, luego de confirmar que había contraído el nuevo coronavirus.

En una entrevista con CNN Brasil, el mandatario indicó que se realizará un nuevo examen el martes, y confesó que espera ansioso los resultados porque no soporta el encierro.

El resultado del examen RT-PCR “debería salir en pocas horas y esperaré con bastante ansiedad porque no aguanto esta rutina de quedarme en casa, es horrible”, dijo el mandatario en la entrevista telefónica.

Bolsonaro, quien minimizó el impacto de la pandemia que se ha cobrado casi 73.000 muertes en el país al lunes, reiteró que se siente “muy bien”, e indicó que no tiene fiebre y ni problemas para respirar. Tampoco ha perdido el sentido del gusto, uno de los síntomas más comunes del coronavirus.

“Mañana (martes) no se si se confirmará (el virus) con el nuevo examen, pero si está todo bien vuelvo al trabajo. Claro que si es al contrario, esperaré unos días más”, agregó el presidente de 65 años, que aspira a retomar sus actividades como mucho dentro de una semana.

“Por lo demás todo bien, estamos trabajando por videoconferencia todo el tiempo y estamos haciendo lo posible para no dejar que las cosas se acumulen el tiempo que estoy en Alvorada”, comentó.

Más allá de sus labores remotas, el mandatario protagonizó una escena fuera de lo común fuera de las paredes de su residencia, la cual fue captada por una fotógrafa y ampliamente comentada en medios y redes sociales.

Mientras daba un paseo por los jardines residencia, Bolsonaro intentó alimentar a un grupo de emus que pasaba por allí. Sin embargo, el resultado no fue el esperado: uno de ellos mordió su mano.

Twitter: @Estadao

La secuencia, captada en una sucesión de fotos, muestra como el mandatario saca rápidamente su mano del alcance del animal, y luego la agita mientras su cara transmite un gesto de dolor y enojo.

Bolsonaro es uno de los 1,88 millones de brasileños que ha contraído el nuevo coronavirus. De ese total, 1,15 millones de personas ya se han recuperado de la enfermedad.

Según indicó el ministerio de Salud este lunes, el país registró 733 nuevos fallecidos en las últimas 24 horas, lo que llevó el total de víctimas a 72.833.

Las cifras proporcionadas por las secretarías regionales de Salud confirman una tendencia de expansión del nuevo coronavirus hacia el interior del país, en tanto que el escenario es de estabilidad en otras regiones, como Sao Paulo, el estado más poblado del país y que concentra más muertes y contagios por el patógeno.

El estado paulista, que contabiliza casi 18.000 muertos y unos 375.000 casos, registró por tercera semana consecutiva caídas en el número de muertes, según indicó el más reciente boletín divulgado por la Secretaría de Salud.

Los números han llevado a Sao Paulo a dar un paso más en su plan de retomada gradual de la economía y a autorizar la reapertura de parques, plazas y gimnasios en la capital homónima, donde también ya está permitido el funcionamiento desde la semana de bares y restaurantes.

Río de Janeiro, la segunda región del país con más fallecidos (11.474), igualmente ha experimentado una desaceleración de nuevos casos y muertos diarios y registró 59 nuevos decesos en el último día.

Mientras, la pandemia avanza con fuerza sobre todo en los estados de la región sur de Brasil y del centro-oeste. En la región noreste, Ceará se mantiene como el segundo estado con el mayor número de contagios de Brasil, con 137.206, aunque sigue como tercero en número de decesos (6.947), detrás de Río de Janeiro.

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