Una docena de colegios de educación media abrieron sus puertas este martes en Buenos Aires e iniciaron el lento camino de regreso a las clases presenciales por primera vez tras siete meses de educación virtual por la pandemia del coronavirus.
En la educación de gestión estatal, la reapertura de los establecimientos comienza con alumnos del último año de la secundaria y seguirá la semana que viene con el último año de la primaria, informó la alcaldía.
“Fue bastante lindo. Ver un pizarrón, ver un profesor y no una pantalla, que te expliquen, escribir cosas. Es raro pero es como volver a la vida real”, declaró a la AFP Lola Pérez Costa, una estudiante de 18 años que termina la secundaria este año.
A la salida de esta primera jornada en la Escuela Nacional de educación técnica N27 Hipólito Yrigoyen, donde hace décadas cursó el ahora papa Francisco, también su rector, Oscar Lazbal, expresó satisfacción por la reapertura del establecimiento, ubicado en un barrio de clase media baja.
“Estoy muy contento. La escuela es esencialmente presencia. No solo en aspectos pedagógicos sino también emotivos. Tenerlos de vuelta acá, estamos todos contentos”, dijo Lazbal a la AFP.
Las clases se dictan en los patios abiertos y en grupo de diez personas en “burbuja”, es decir, sin contacto con los otros grupos para evitar que si hay un contagio se propague más allá del círculo.
En las escuelas de gestión privada, donde estudia alrededor de 50% del alumnado capitalino, la reapertura queda a criterio de los directivos pero con cumplimiento obligatorio de los protocolos.
“Hay 70.000 chicos y chicas entre gestión estatal y privada, que van a poder cursar espacios de presencialidad que van a complementar los espacios de virtualidad”, afirmó la ministra de Educación capitalina, Soledad Acuña.
Seguirá habiendo clases remotas, pero “vamos a aprovechar estos espacios para que con protocolos que garanticen la seguridad, los chicos puedan volver a encontrarse con sus pares”, agregó Acuña.
Crítica docente
Los principales sindicatos docentes rechazaron la reapertura de los colegios y vienen reclamando en cambio que la alcaldía capitalina provea la conectividad y computadoras necesarias a los alumnos en condiciones vulnerables que no pudieron mantener el lazo con sus escuelas durante la pandemia.
El sindicato Ademys convocó a un paro este martes y miércoles al sostener que “mientras siga habiendo circulación comunitaria del virus, no volvemos a la escuela presencial ni a ningún tipo de actividad presencial”.
Las clases presenciales fueron suspendidas en Argentina el 15 de marzo, una semana después del inicio del ciclo escolar que termina en diciembre, y cinco días antes de que el país entrase en confinamiento por la pandemia.
La llamada “vuelta a clases” anunciada el viernes pasado se enmarca en una flexibilización de medidas de confinamiento en la capital argentina y su periferia, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde vive casi un tercio de los 44 millones de argentinos.
Tras varios meses de concentrar más del 90% de los casos de covid-19, Buenos Aires atraviesa un lento descenso de contagios, aunque aún está en 900 casos diarios en promedio.
Las clases presenciales ya se habían reanudado en algunas provincias que tuvieron que dar marcha atrás. Gran parte del llamado “interior” del país sufre un crecimiento exponencial de casos.
Argentina acumula actualmente 903.717 positivos de covid-19, con un total de 24.186 fallecidos.
AFP.