Ecuador declaró obligatoria la vacunación contra la covid-19 ante el alza de contagios provocados por la variante ómicron, anunció el Ministerio de Salud del país sudamericano.
“Esta decisión se tomó debido al estado epidemiológico actual, es decir, el aumento de contagiados y a la circulación de nuevas variantes de preocupación”, dijo el Ministerio a través de un comunicado este jueves.
El estatuto comenzará “de forma inmediata¨, dijo a BBC Mundo Rafael Castillo, un portavoz del gobierno. Agregó que la orden es para toda persona mayor de cinco años, aunque habrá un “énfasis” en la población mayor de 12 años.
El Ministerio afirmó tener las reservas necesarias para inmunizar a toda la población. La regulación “obedece” a que la variante se propaga con mayor rapidez que sus predecesoras.
Como parte del lineamiento, el gobierno requerirá que los establecimientos que ofrecen servicios no esenciales a la población, como restaurantes, cines y supermercados, soliciten un carnet de vacunación. Personal del Ministerio le dijo a BBC Mundo que la fiscalización y sanciones por el incumplimiento de la orden recaerá en los gobiernos regionales.
El carnet de vacunación no será solicitado en centros de salud, escuelas y centros de trabajo.
Las personas que presenten alguna condición médica o contraindicación no tendrán que vacunarse.
Según el Ministerio, la Ley Orgánica de Salud permite que se declare la vacunación como un requisito ante “determinadas enfermedades, en los términos y condiciones que la realidad epidemiológica nacional y local requiera”.
“Nos hemos basado en las leyes para tomar estas medidas”, dijo la ministra de Salud, Ximena Garzón.
“Es porque queremos proteger la salud de todos los ecuatorianos”.
La ministra sostuvo que evalúan datos sobre el posible contagio comunitario de la variante ómicron en el país.
Hasta este martes 21 de diciembre, 12,4 millones de personas tenían las dosis completas de la vacuna en Ecuador, lo que representa el 77,2% de sus 16 millones de habitantes. Los ecuatorianos tienen disponible cuatro vacunas: Astrazeneca, Cansino, Pfizer y Sinovac.
Un promedio de 510 casos diarios se reportan en Ecuador en los últimos siete días, según la agencia Reuters. La cifra supone un 22% más que los contagios registrados en mayo, mes con el promedio más alto de casos diarios.
Desde el inicio de la pandamia, Ecuador suma 537.032 casos de covid-19 y 33.597 muertes.
También hubo un incremento en la ocupación de camas en los centros de salud. En las Unidades de Cuidados Intensivos el porcentaje oscila entre 24% y 77% de ocupación, sostuvo el Ministerio.
Previo a la vacunación, Ecuador enfrentó una de las peores olas de la covid-19 en América Latina. En el 2020 fue el segundo país con mayor número de fallecidos después de Brasil, aun cuando su población es doce veces menor que la del gigante sudamericano.
A través de los medios el mundo vio imágenes de fallecidos en las calles, ante la saturación de las funerarias y los hospitales.
También hubo familias que recibieron noticias equivocadas sobre supuestos parientes muertos.
La vacunación, la prioridad del presidente Lasso
Análisis de Matías Zibell, colaborador de BBC Mundo en Ecuador
La campaña de vacunación ha sido el principal éxito de la presidencia de Guillermo Lasso, quien asumió el poder el 24 de mayo de 2021 y revirtió en los primeros meses de mandato un insuficiente suministro de vacunas por parte del gobierno anterior.
El presidente, en sus seis meses en el poder, debió enfrentar una severa crisis de inseguridad, motines carcelarios con cientos de muertos, protestas sociales y un constante enfrentamiento con la Asamblea Nacional, pero pocos cuestionaron el trabajo realizado en la lucha contra la covid-19.
Incluso en el área de la salud se han producido quejas por la falta de medicamentos para pacientes con enfermedades crónicas y catastróficas, mientras el suministro de dosis para paliar la pandemia no se detenía.
La vacunación obligatoria será vista por algunos como parte de este buen trabajo del gobierno, pero la medida no estará exenta de controversia en un país que termina el año con un clima social enrarecido y un presidente que ya no tiene la popularidad de los primeros meses.
Por Ronald Ávila-Claudio
Fuente: BBC News Mundo