Los documentos, que eran secretos y fueron desclasificados, revelan la frenética actividad en la Administración de Richard Nixon para evaluar las consecuencias de la victoria de Salvador Allende.
Documentos del Gobierno estadounidense dados a conocer por la organización National Security Archive (NSA) revelan las valoraciones de la Administración de Richard Nixon en noviembre de 1970, tras la victoria de Salvador Allende en las elecciones y el papel de Henry Kissinger en la decisión de derrocar al líder chileno, según trascendió este miércoles (11.11.2020).
Los documentos, que eran secretos y fueron desclasificados, revelan la frenética actividad en la Administración Nixón entre el 5 y el 9 de noviembre para evaluar las consecuencias de la victoria de Allende y las posibles respuestas de Estados Unidos.
En un memorándum que Kissinger remitió a la Casa Blanca para que fuese evaluado por Nixon, el entonces asesor de seguridad nacional del presidente realiza un detallado análisis de la situación en el que encuadra la presidencia de Allende como “uno de los desafíos más graves nunca encarados en este continente”.
El asesor de Nixon añadió que “su decisión sobre qué hacer puede ser la decisión más histórica y difícil en asuntos exteriores que tendrá que tomar este año, porque lo que pase en Chile en los próximos seis a doce meses tendrá ramificaciones que irán más allá de las relaciones entre EE.UU. y Chile”.
Kissinger califica a Allende como “un marxista duro y dedicado”, profundamente “anti estadounidense” que intentará “establecer un estado socialista y marxista en Chile” y que buscará eliminar la influencia de Estados Unidos “en Chile y el continente” para establecer relaciones estrechas con la Unión Soviética, Cuba y “otros países socialistas”.
“La consolidación de Allende en el poder en Chile, por lo tanto, supondría varias amenazas muy graves a nuestros intereses y posiciones en el continente”, advierte en el memorándum Kissinger. Tras evaluar los problemas que supone Allende y las debilidades de su régimen, Kissinger plantea las distintas alternativas que Washington tiene y los riesgos de cada opción: desde no hacer nada y permitir que Allende se consolide hasta “hacer algo para prevenir que se consolide ahora que sabemos que es más débil de lo que nunca será”.
Mientras el Departamento de Estado prefería no adoptar una actitud hostil contra Allende, desde el Departamento de Defensa, la CIA y algunos elementos del Departamento de Estado defendieron que el presidente chileno era “”nuestro enemigo” y que “deberíamos intentar prevenir que se consolide ahora que es más débil”.
Kissinger se decanta por la actuación contra Allende al afirmar que “a mi juicio, los peligros de no hacer nada son mayores que los riesgos a los que nos enfrentamos al intentar hacer algo” y recomienda a Nixon que tome la decisión de oponerse “con contundencia a Allende tanto como podamos y hacer todo lo que podamos para evitar que consolide su poder”.
Además Kissinger, quien sería también Secretario de Estado de Estados Unidos, recomienda a Nixon que adopte esta postura durante la reunión del Consejo Nacional de Seguridad (CNS) que se celebrará al día siguiente para “dejar bien claro” que el presidente quiere que “Allende sea combatido tan fuerte como podamos”.
DW.