La embajada estadounidense en La Habana retoma este miércoles la emisión total de visas para los cubanos que deseen radicarse en Estados Unidos.
La embajada estadounidense en La Habana retoma este miércoles la emisión total de visas para los cubanos que deseen radicarse en Estados Unidos, en un contexto de éxodo récord a este país, pero sin señales de una “normalización” de las relaciones con la isla.
“Estados Unidos está trabajando para garantizar una migración segura, legal y ordenada de los cubanos mediante la expansión de las operaciones consulares en La Habana y la reanudación de (los trámites) de reunificación familiar”, dijo la embajada en un comunicado el viernes, que confirmó la fecha del 4 de enero.
La misión diplomática estadounidense en La Habana había anunciado en marzo la reapertura de su consulado, cerrado desde 2017 por supuestos incidentes de salud que afectaron a sus funcionarios.
A ese anuncio siguieron varios encuentros de alto nivel sobre el tema migratorio, primero en Washington y luego en La Habana, con el objetivo de reactivar los acuerdos migratorios bilaterales, interrumpidos bajo el gobierno de Donald Trump (2017-2021).
En mayo, el consulado comenzó la entrega limitada de visas de reunificación familiar y en septiembre anunció el procesamiento completo de visados, excepto los de turismo, para enero de 2023.
“Hemos dado pasos muy discretos dirigidos a encaminar la cooperación bilateral para el cumplimiento de los acuerdos migratorios”, dijo en diciembre el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
Desde 2017, los cubanos que querían obtener una visa a Estados Unidos debían viajar a un tercer país, fundamentalmente a Guyana, para poder hacer sus trámites de visado, con un alto costo.
“Es una buena señal que los gobiernos de ambos países están conversando sobre cómo manejar los flujos migratorios de una manera ordenada y racional”, dijo a la AFF el analista Michael Shifter, de la Universidad de Georgetown en Washington.
Pero esas conversaciones “se han limitado a cuestiones migratorias, particularmente en el contexto de la aguda crisis migratoria”, advirtió Jorge Duany, experto en Cuba en la Universidad Internacional de Florida.
Éxodo histórico
Cuba, golpeada por la peor crisis económica en tres décadas, enfrenta su mayor éxodo migratorio.
Esas salidas se dispararon desde noviembre de 2021, cuando Nicaragua, un fuerte aliado de La Habana, eliminó el visado para los isleños, que en su mayoría vuelan a ese país centroamericano para iniciar una travesía terrestre hacia Estados Unidos.
Según cifras oficiales estadounidenses, entre diciembre de 2021 y el mismo mes de 2022, las autoridades fronterizas interceptaron en 277.594 ocasiones a cubanos que habían entrado ilegalmente al país por vía terrestre. La emigración ilegal por mar también se disparó en los últimos meses.
El Gobierno cubano reconoce que Washington entregó el año pasado, por primera vez desde 2017, más de 20.000 visas de inmigrantes, cifra establecida en los acuerdos migratorios de 1994-95.
Aunque en Washington “no lo quieran reconocer, hay un vínculo directo entre el recrudecimiento de las medidas extremas contra la economía cubana y la proporción que se disparó el flujo migratorio dramático”, declaró en noviembre a la AFP la subdirectora de la cancillería cubana para Estados Unidos, Johana Tablada.
La Habana también atribuye la actual oleada migratoria a la Ley de Ajuste Cubano de Estados Unidos, un beneficio que permite a los cubanos solicitar residencia legal en el país norteamericano.
“Camino intermedio”
Aunque flexibilizó algunas de las disposiciones de Trump hacia Cuba, relacionadas con la entrega de visas y la reactivación de vuelos a provincias cubanas, el presidente estadounidense Joe Biden ha evitado retomar la política de mayor acercamiento de Barack Obama (2009-2017), de quien fue vicepresidente.
Cuando llegó a la Casa Blanca, en enero de 2021, el mandatario demócrata prometió revisar la política de su antecesor republicano hacia La Habana, pero endureció su discurso tras las protestas antigubernamentales de julio de 2021, las mayores registradas en la isla en seis décadas de régimen de partido único.
El mes pasado, Biden reiteró su reclamo de liberación de “cientos de presos políticos” tras esas protestas. Su gobierno mantiene a Cuba en una lista de países que patrocinan el terrorismo y la incluyó recientemente en otra de naciones que atentan contra la libertad religiosa.
“Es el (gobierno) que con más agresividad y eficacia ha aplicado el bloqueo”, dijo recientemente el vicecanciller cubano, Carlos Fernández de Cossío, en alusión al embargo comercial estadounidense vigente desde 1962.
Para Duany, “Biden está intentando recalibrar su política hacia Cuba, para trazar un camino intermedio entre la ‘presión máxima’ de Trump y el ‘acercamiento’ de Obama, pero hasta ahora los cambios en la política estadounidense hacia la isla han sido mínimos”.
“Por el momento, no hay condiciones para avanzar hacia la normalización de las relaciones”, apuntó Shifter.
Fuente: AFP