En toda crisis siempre hay quien sale ganando y en el caso del coronavirus hay algunos países que están aumentando su producción gracias al parón que hay en las fábricas del gigante asiático.
Es el caso de Marruecos y Turquía, dos países a los que España ha trasladado parte la producción de textil que tenía en China y que ahora, por culpa del virus, se ha quedado paralizada. En el caso de los componentes tecnológicos, es Corea el país beneficiado.
China no sólo es el lugar donde tiene fábricas toda la industria textil, sino que también es un importante proveedor de materia prima para muchos sectores, no sólo para la moda. Hay muchas marcas alemanas, por ejemplo, que fabrican el 90% del producto en sus países de origen pero luego requieren de algún componente que viene del país asiático para completar la fabricación.
Según explican desde Acotex, la patronal del sector textil, el sector “tiene la incógnita de cuánto tiempo va a durar esto”. China es la gran fábrica del mundo para este sector. Pero el Gobierno del país ha recomendado a los ciudadanos que permanezcan en sus casas para evitar contagios, por lo que hay fábricas que están cerradas completa o parcialmente y se ha parado la producción.
Si la situación se prolonga se puede crear un problema de desabastecimiento, pues las marcas suelen tener un stock de seguridad, pero sólo de unos meses. “Si las fábricas se ponen en marcha en una semana, no habrá problema; si tardan un mes, saltarán las alarmas, pero en todos los sectores”, señala Eduardo Zamácola, presidente de Acotex.
PRESENCIA MASIVA EN CHINA
Todas las empresas de moda tienen fábricas en China. Inditex, por ejemplo, cuenta con más de 1.866 fábricas en el país que colaboran para el grupo. La empresa dueña de Zara cuenta allí con 425 proveedores. En cuanto a su competidora H&M, el 45% de sus proveedores son chinos y el 44% de sus fábricas están en este país.
Según explica Zamácola, en textil de momento no hay problema de desabastecimiento por varios motivos. Primero, porque el coronavirus ha coincidido con el Nuevo Año chino y ésta es una fecha que el sector ya tiene marcada en el calendario. “Contamos con que en esta época la producción es más lenta, así que se produce y se envía antes”, señala.
Además, en los últimos años se ha localizado más la producción a países cercanos. Ya no hay dos grandes colecciones (la de primavera-verano y la de otoño-invierno) como antes, sino que se trabaja “con ciclos más cortos, con colecciones cápsula, que se renuevan cada poco, y gracias a esto se ha aminorado el problema”.
Fabricar cerca de casa permite a las marcas tener más capacidad de reacción. Es decir, que si una colección no está funcionando, se deja de fabricar, o al contrario. “Se produce más caro, pero más rápido”, señala el experto.
LOCALIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN
Señala también que las empresas “tienen capacidad de reacción para irse a fabricar a otro sitio”, sobre todo a Turquía y Marruecos, en el caso de España, que son dos mercados “que se han visto beneficiados” por la estampida en China.
En el caso de los componentes tecnológicos, muchas marcas optan por Corea. Según Alejandro Lozano, experto de Aecoc, la Asociación de Empresas de Gran Consumo, las campañas de estacionalidad (las vinculadas a la primavera -verano) son las más afectadas.
Los productos de jardinería o ventilación, por ejemplo, se negocian en octubre y se cargan en los barcos para que lleguen en febrero y así la distribución los almacene y los pueda empezar a vender en marzo. “Lo que no haya sido embarcado ya, tendrá serias dificultades para llegar”, señala Lozano.
Cree que los problemas de suministro pueden afectar a entre el 20% y el 30% de los pedidos que ya estaban negociados y que tendrían que llegar ahora. Los que se esperaban recibir en mayo, señala, directamente se perderán.