El proyecto de Washington fue aprobado por dos países, mientras que Rusia y China votaron en contra y los once miembros del Consejo de Seguridad restantes se abstuvieron, incluidos Francia, Reino Unido y Alemania.
Washington fracasó este viernes en su intento de que el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) prorrogara -de manera indefinida- el embargo de armas impuesto a Irán desde 2015 y que expira el próximo octubre, según reconoció el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, quien calificó la decisión de “inexcusable”.
Desde su cuenta en Twitter, Pompeo afirmó que el Consejo de Seguridad “permitió al principal patrocinador estatal del terrorismo del mundo comprar y vender armas mortales e ignoró las demandas de los países de Oriente Medio” y aseguró que Washington seguirá “trabajando para corregir este error”.
“Estados Unidos nunca abandonará a nuestros amigos en la región que esperaban más del Consejo de Seguridad. Continuaremos trabajando para asegurar que el régimen teocrático terrorista no sea libre de comprar y vender armas que amenacen al corazón de Europa, Oriente Medio y más allá”, agregó posteriormente en un comunicado. Según Pompeo, la entidad “fracasó hoy en el cumplimiento de su misión fundamental”, esto es, “mantener la paz y la seguridad internacionales”.
El funcionario añadió que el Consejo de Seguridad de la ONU “rechazó una resolución sensata para prolongar un embargo sobre las armas en Irán impuesto desde hace 13 años y abrió el camino a que el principal Estado que apoya el terrorismo en el mundo pueda comprar y vender armas convencionales sin restricciones de la ONU, por primera vez en más de una década”.
Europa se abstiene
El proyecto de Washington solo ha sido aprobado por dos países, anunció Indonesia, actual presidente del Consejo. Otros dos -Rusia y China- votaron en contra y los once miembros restantes se abstuvieron, incluidos Francia, Reino Unido y Alemania, aliados europeos de Estados Unidos. Si el texto hubiera obtenido nueve votos favorables, Pekín y Moscú lo habrían vetado, pero no fue necesario.
A pesar de que horas antes de la votación, la representante permanente de la Casa Blanca en la ONU, Kelly Craft, confesaba que la propuesta se producía “tras meses de activa diplomacia por parte de Estados Unidos” para intentar lograr los apoyos necesarios, ninguna potencia ha secundado a Washington.
En una breve nota, la misión belga en el Consejo de Seguridad mostraba el parecer compartido por sus socios europeos, asegurando que su prioridad es “contener el programa nuclear de Irán” dentro del marco del acuerdo firmado en 2015 con Teherán, conocido por las siglas JCPOA y que, según Bélgica, “es el mejor instrumento multilateral para abordar nuestras preocupaciones compartidas”, acuerdo del que Washington se retiró tras la llegada a la presidencia de Donald Trump.
En el marco de su ofensiva diplomática, Estados Unidos advirtió de que si la extensión del embargo no salía adelante, utilizará “otras vías” para que se mantenga en vigor. Ante esto, la delegación rusa justificó su rechazo asegurando que Moscú “continúa totalmente comprometida con el JCPOA” y porque según un comunicado: “nosotros creemos profundamente que hay una alternativa a las amenazas y los chantajes y a la confrontación y a la coacción”.
DW.