La ubicación geográfica del puerto ruso de Kaliningrado ha hecho que durante décadas haya sido calificado como un “enclave estratégico”. Pero en los últimos tiempos esa posición se ha vuelto incómoda.
Situado en la costa sur del mar Báltico, se encuentra flanqueado Lituania y Polonia, dos estados miembros de la Unión Europea (UE) y de la OTAN, lo que lo hace vulnerable a las crecientes tensiones generadas por la invasión rusa de Ucrania.
El viernes pasado, la empresa estatal de ferrocarriles de Lituania, LTG, anunció que impedirá que transiten por ese país rumbo a Kaliningrado los bienes rusos sancionados por la UE, incluyendo materiales de construcción, metales y carbón.
La medida fue cuestionada por el gobernador de Kaliningrado, quien advirtió que casi la mitad de las importaciones de ese territorio se verán afectadas.
Pero la reacción más dura ocurrió en Moscú.
“Graves consecuencias”
El Kremlin advirtió que Lituania enfrentará “graves consecuencias” por esta decisión que fue calificada como “hostil” y “sin precedentes”.
La portavoz del ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, calificó de “inadmisible” la decisión de Lituania. “Habrá consecuencias”, afirmó, de acuerdo con la agencia rusa Tass.
Este martes, el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev, realizó una visita a Kaliningrado. “Sin duda, Rusia reaccionará ante semejantes acciones hostiles”, dijo al comprometerse a adoptar “medidas apropiadas” en el futuro próximo aunque sin ofrecer detalles.
El funcionario ruso acusó a Occidente de haber instigado el bloqueo aplicado por Lituania “en violación… de la legislación internacional”.
“Las consecuencias tendrán un grave impacto negativo sobre la población de Lituania”, advirtió, pocas horas después de que el embajador de la Unión Europea hubiera sido llamado a una reunión en el ministerio de Exteriores de Rusia.
La prohibición de tránsito de bienes rusos a través de Lituania fue anunciada la semana pasada por el ministro de Exteriores del país europeo, Gabrielius Landsbergis. “Esto no es Lituania haciendo nada. Son las sanciones europeas que empezaron a aplicarse desde el 17 de junio… esto se hizo en consulta con la Comisión Europea y bajo las directivas de la Comisión Europea”, señaló.
La UE dejó claro que Lituania solamente está aplicando sanciones impuestas como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania.
Como miembro de la OTAN, Lituania está protegida por la cláusula de defensa mutua que obliga a todos los socios de esa alianza socorrer a cualquiera de ellos que sea objeto de una agresión.
Limitaciones parciales
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, rechazó que Moscú caracterice las medidas aplicadas por Lituania como un “bloqueo”.
Y es que, en realidad, la medida se limita a los materiales bajo sanción, mientras que el traslado de pasajeros y mercancías no sometidas a las medidas europeas se mantendrá.
En una rueda de prensa realizada el lunes, Borrell aclaró que el tránsito terrestre entre Kaliningrado y otras partes de Rusia “no ha sido prohibido ni detenido”.
Este enclave ruso en el mar Báltico también recibe mercancías y provisiones directamente por vía marítima desde otras partes de Rusia, con las que no comparte fronteras terrestres.
Moscú se anexó ese territorio en 1945, tras arrebatárselo a Alemania al terminar la II Guerra Mundial.
Desde entonces, Rusia ha considerado Kaliningrado como su “portaaviones insumergible”.
Y es que este territorio, habitado por poco más de un millón de personas, tiene el único puerto del mar Báltico que está libre de hielo durante todo el año y es la base de la estratégica Flota Báltica de Rusia.
Numerosos analistas han destacado que la importancia de este enclave tenderá a aumentar en el futuro, cuando Finlandia y Suecia se unan a la OTAN, pues para entonces los miembros de esa alianza tendrán más de 7.000 km de costa frente al mar Báltico y Moscú solamente unos 200: los correspondientes a Kaliningrado.
Fuente: BBC Mundo