El primer ministro, Ariel Henry, reconoció que la solución a los problemas del país no pasa solo por el uso de la fuerza, sino también por el desarrollo social y económico que combata la pobreza extrema.
El Primer Ministro de Haití, Ariel Henry, pidió este viernes ante la ONU el envío de una misión multinacional para apoyar a la policía haitiana en la lucha contra las pandillas armadas que siembran el caos en el país caribeño.
En su intervención en la Asamblea General, Henry denunció la grave crisis humanitaria, política y de seguridad que atraviesa Haití, agravada por los desastres naturales y el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.
Según Henry, las pandillas controlan amplias zonas de la capital y otras ciudades, donde cometen todo tipo de atrocidades, como masacres, secuestros, violaciones y trata de personas.
“La vida diaria del pueblo haitiano es muy difícil”, dijo Henry, quien cifró en más de 16.500 los desplazados internos que ocupan escuelas y otros edificios públicos.
Ante esta situación, el Primer Ministro solicitó al Consejo de Seguridad que “tome medidas urgentes” y autorice el despliegue de una fuerza multinacional que respalde a la policía nacional para “derrotar a las pandillas y restablecer la paz y el orden”.
“Es por eso que el Consejo de Seguridad, que tiene el poder y la autoridad necesaria según el Capítulo Siete de la Carta –de la ONU–, debe tomar medidas urgentes autorizando el despliegue de una misión de apoyo multinacional para apuntalar la seguridad en Haití”, solicitó Henry.
Henry agradeció el apoyo y la solidaridad expresados por varios países y organizaciones, especialmente Kenia y el bloque regional CARICOM, que se han ofrecido a liderar esta iniciativa.
No obstante, el líder interino de Haití reconoció que la solución a los problemas del país no pasa solo por el uso de la fuerza, sino también por el desarrollo social y económico que combata la pobreza extrema.
Henry recordó que Haití es uno de los países más pobres del mundo, donde la mitad de la población vive con menos de un dólar al día y casi cinco millones sufren inseguridad alimentaria.
Además, denunció la enorme brecha entre las masas empobrecidas y la pequeña élite que acapara el 90 por ciento de toda la riqueza nacional.
“La pobreza extrema y el desempleo proporcionan un terreno fértil para el reclutamiento de pandillas”, afirmó Henry, quien llamó a los haitianos dentro y fuera del país a trabajar juntos para restaurar la seguridad y la democracia.
En ese sentido, aseguró que el gobierno interino está decidido a celebrar elecciones “lo antes posible”, aunque no dio una fecha concreta.
Por otro lado, Henry se refirió a la crisis diplomática con República Dominicana, que cerró sus fronteras con Haití tras una disputa por un canal construido en un río fronterizo.
“Quiero dejar constancia de que la República de Haití no está en guerra con nadie”, declaró Henry, quien abogó por el diálogo y el respeto mutuo para resolver las diferencias con su vecino.
Ofertas internacionales
Estados Unidos aseguró que entre “10 y 12 países” hicieron ofertas concretas para esta misión multinacional que pretende ayudar a la policía haitiana.
Washington contribuirá con apoyo logístico, dijo la secretaria adjunta del Departamento de Estado, Victoria Nuland, al término de una reunión ministerial realizada en Nueva York para hablar del país caribeño.
La responsable estadounidense no reveló los países que están dispuestos a participar, aunque Jamaica, Bahamas y Antigua y Barbudas hicieron saber que lo harán.
Kenia, que se propuso liderar la fuerza, está dispuesta a contribuir con 1.000 miembros de las fuerzas de seguridad.
Representantes de Kenia, Francia, Ecuador, Canadá y de países del Caribe participaron en el encuentro.
Estados Unidos pretende suministrar apoyo logístico, como transporte aéreo, comunicaciones, alojamiento y médicos, aunque en principio no contribuirá con personal.
“Unos meses”
“Esta misión de apoyo no se sustituirá a los avances en el terreno político”, declaró el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, al abrir la reunión en presencia del primer ministro haitiano.
“Podrá ayudar a crear un espacio propicio para que Haití avance”, dijo Blinken, que espera que la fuerza se pueda concretar “en unos meses” ya que “no hay tiempo que perder”.
El secretario de Estado también anunció que el gobierno de Joe Biden va a pedir al Congreso 100 millones de dólares para financiar la operación, destinada a apoyar a la policía haitiana a combatir las pandillas.
Solo falta la luz verde del Consejo de Seguridad de la ONU para su puesta en marcha, pese a que no estará bajo la égida de la organización, al no tratarse de una misión de mantenimiento de la paz.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, dijo esta semana en la Asamblea General que “espera que los miembros del Consejo de Seguridad no se sirvan de Haití como un peón, ya que (los haitianos) sufren desde hace demasiado tiempo entre las manos de demasiados países”, sin ofrecer más precisiones.
El proyecto de resolución promovido por Estados Unidos y Ecuador debe estar concluido la semana próxima en la ONU, dijo Nuland, según la cual el texto cuenta con “fuerte apoyo”.
En la tribuna de la ONU el martes, el presidente estadounidense Joe Biden instó al Consejo de Seguridad a “autorizar” el envío a Haití de una fuerza multinacional. El pueblo haitiano “no puede esperar más tiempo”, dijo.
Su homólogo keniano William Ruto también presionó el jueves y dijo que no se puede abandonar a la población haitiana, aterrorizada por la violencia de las pandillas.
El secretario de Estado de EEUU anunció que el gobierno de Joe Biden va a pedir al Congreso 100 millones de dólares para financiar la operación, destinada a apoyar a la policía haitiana a combatir las pandillas. (REUTERS)
Desde hace casi un año, el primer ministro haitiano, muy debilitado políticamente ya que no se han celebrado elecciones en el país desde 2016, reclama el envío de una fuerza de este tipo.
Este viernes se reunió con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que insistió en la necesidad de lograr en paralelo un “acuerdo político global” para celebrar elecciones.
La comunidad internacional, escaldada por experiencias pasadas y por los riesgos de quedar atrapada en un avispero, no acaba de movilizarse.
Fuente: Infobae