El gobierno ha adoptado medidas urgentes para ayudar a las familias y a las pequeñas empresas ante la crisis que está causando el coronavirus. En el decreto que fue aprobado el gobierno en apoyo de la economía hay “una parte fiscal muy importante como es la suspensión de pagos de impuestos y otros cargos”, manifestó la subsecretaria de Economía, Laura Castelli, a “Radio anch’io”, de la RAI.
Al ser preguntada específicamente si en la suspensión de los pagos también serían incluidas las hipotecas, Castelli precisó: “ hipotecas, impuestos, todo se suspende”. Algunas asociaciones habían solicitado que se incluyeran incluso los recibos de la luz.
Obviamente, se imponen algunas condiciones para poder acogerse a esta ayuda. Por ejemplo, tendrán derecho a la suspensión de las hipotecas solamente quienes se hayan quedado sin empleo o hayan sido despedidos temporalmente de sus empresas. Igualmente, recibirán la ayuda quienes tengan una reducción de sus horarios de trabajo durante al menos 30 días.
La congelación de las hipotecas puede llegar hasta los 18 meses, una medida que se extenderá a todo el país. Cuando llegue el final de esa suspensión de la hipoteca, el pago de los plazos se reiniciará justamente donde se había interrumpido, con la misma periodicidad y los mismos importes. “La congelación –explica la ley- no comporta la aplicación de comisiones o gastos burocráticos y se produce sin necesidad de petición de nuevas garantías por parte del banco”. Igualmente, las pequeñas empresas podrán solicitar el aplazamientos del pago de un crédito.
Plan de 10.000 millones
Según la subsecretaria de Economía, Laura Castelli, el proyecto del gobierno es llegar a los 10.000 millones de euros para financiar las medidas contra la emergencia del coronavirus en esta primera fase. El gobierno tiene previsto anunciar nuevas medidas de apoyo a la economía para una tercera fase. La Unión Europea ha dado la aprobación a Italia para que las cantidades destinadas a afrontar la epidemia del coronavirus queden al margen del déficit. Es decir, se le da manos libres al gobierno de Giuseppe Conte para el gasto, excluyendo de la reglas sobre el déficit en relación con el Producto Interior Bruto todas las cantidades dedicadas a la lucha contra el Covid-19. En otras palabras, el objetivo del déficit presupuestario del gobierno fijado en un 2,2 % para el 2020, se podrá superar sustancialmente.
