El presidente de Colombia, Iván Duque, se comprometió con la exguerrilla de las FARC a acelerar el proceso de reincorporación de quienes firmaron la paz.
El presidente de Colombia, Iván Duque, se comprometió este viernes con los exguerrilleros de las FARC a acelerar el proceso de reincorporación de los excombatientes que firmaron la paz, víctimas frecuentes de la violencia, tras un inusual encuentro en la sede de Gobierno.
Según Emilio Archila, alto consejero del posconflicto y quien asistió a la reunión, Duque les aseguró a los antiguos rebeldes que está “jugado con que el proceso de reincorporación salga adelante”.
El compromiso resulta significativo dadas las críticas del mandatario al acuerdo que firmó en 2016 su antecesor, Juan Manuel Santos, con la que fuera la guerrilla más poderosa de América, hoy convertida en partido de izquierda con una pequeña representación legislativa.
Duque, en el poder desde 2018, intentó sin éxito reformar el pacto de paz a través del Congreso, anclado en su rechazo al sistema especial de justicia que investiga los peores crímenes cometidos durante el conflicto de casi seis décadas con las disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Los exguerrilleros podrán eludir la cárcel si confiesan sus crímenes y reparan a las víctimas, de lo contrario se exponen a penas de hasta 20 años de prisión.
El presidente colombiano habló con una delegación de los excombatientes tras la “peregrinación” de 10 días que realizaron desde varios puntos del país, antes de concentrarse en Bogotá, para llamar la atención sobre los asesinatos de 237 de sus compañeros desde 2016.
Pastor Alape, dirigente del partido FARC y quien participó en la reunión del viernes, destacó el gesto de Duque de recibirlos, añadiendo que eso contribuirá a desmontar la “estigmatización” que según él alienta la violencia contra los rebeldes. También, dio cuenta del compromiso oficial frente a la incorporación social y económica de los 13.000 hombres y mujeres que renunciaron a la lucha armada.
“Se acordó fortalecer y acelerar todas las acciones de la reincorporación para estos 22 meses de gobierno que le quedan”, comentó Alape. Además de la reparación de las víctimas, el acuerdo de paz prevé reformas rurales y la sustitución de narcocultivos, combustible de la guerra interna, entre otros puntos.
Sobre la seguridad de los excombatientes, el Gobierno y la exguerrilla acordaron evaluar medidas adicionales de protección ante la arremetida de grupos que se marginaron del acuerdo de 2016 y otras organizaciones financiadas por el narcotráfico, que según las autoridades son los principales responsables de los crímenes contra las antiguas FARC.
DW.