Es el país sufrió un incremento de casos de coronavirus en los últimos días y ahora sus sistema de salud se encuentra colapsado.
Desde la llegada de la pandemia del coronavirus a América Latina, Perú fue el primer país en imponer una cuarentena total a nivel nacional, sin embargo, en los últimos días, se ha convertido en el segundo país de la región, después de Brasil, con más personas infectadas con esta enfermedad.
La razón de esto, es que en las últimas horas, la situación sanitaria del país vecino empeoró, superando los 100 mil casos positivos al reportar 4.537 contagiados en 24 horas, además de 3.024 fallecidos.
Venezolanos para extraer cuerpos
A pesar de ser el primer país de Latinoamérica en decretar una cuarentena total, Perú ha recorrido un duro camino. El miércoles ocupó el lugar 12 en el mundo en número de diagnósticos confirmados, por encima de China continental y debajo de India.
Y el verdadero alcance del desastre es mayor. Con más de la mitad de los casos sin contar, según las estimaciones de varios expertos, las autoridades califican al coronavirus como la pandemia más devastadora que ha azotado la región desde que en 1492 los europeos trajeron a América enfermedades como la viruela y el sarampión.
Los peruanos están muriendo por cientos en sus hogares, por lo general en zonas próximas a los mercados de alimentos que se han vuelto los focos de contaminación más peligrosos, según las autoridades. Y la labor de recoger los cuerpos recae en personas como Jhoan Faneite, de 35 años, y Luis Zerpa, de 21, que abandonaron Venezuela hace dos años para huir de la crisis económica que azota ahí.
“Todos los días me encomiendo a Dios para no contaminarme”, dijo Faneite, que trabajó como electricista en su natal Venezuela antes de emigrar a Perú, donde hasta el mes pasado había unos 865.000 migrantes venezolanos.
De lunes a domingo, incluso de noche y madrugada, los junta cadáveres conducen coches fúnebres a través de los barrios ricos pegados al Pacífico, pero también se internan entre colinas apretujadas de barriadas donde el virus golpea con fuerza, ataviados todos con trajes de protección y máscaras.
Debido al aumento de la mortalidad, las autoridades han instalado casi dos decenas de contenedores marítimos en los hospitales de Lima que mantienen los cadáveres a cero grados.
Qué salió mal
Las autoridades peruanas destacan que el país hizo más de 700 mil pruebas para detectar el virus, la cifra más alta en la región. También hubo una cuarentena temprana. Entonces, ¡qué fue lo que pasó?
La respuesta está en que Perú es un país con 70 por ciento de informalidad. Millones que viven del día a día, y un Estado poco eficiente, incapaz de hacer llegar oportunamente las ayudas -en dinero y alimentos- para la población más vulnerable, Y hacer cumplir una rigurosa cuarentena ha sido complicado.
El coronavirus – que llegó al país a comienzos de marzo -, inició en barrios de clase media y alta, con personas llegadas del extranjero, pero ahora se extiende en los barrios populares, donde millones viven hacinados en precarias viviendas, muchas sin agua.
Los desordenados y atiborrados mercados populares, las largas colas en los bancos para cobrar los bonos de ayuda y el transporte público, son los principales focos de contagio.
El precario sistema de salud está al límite, y en algunas regiones del país ya ha colapsado.
En Perú hay 7.533 pacientes hospitalizados con covid-19, mientras crematorios de cementerios de Lima trabajan día y noche para incinerar a fallecidos por esta enfermedad y se forman filas de carros fúnebres afuera de algunos hospitales del Callao.
AP / RFI