Las monedas de Argentina, Chile y Colombia son las más devaluadas

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Mientras la incertidumbre sobre el futuro económico recorre el mundo, el dólar sigue ganando terreno frente al resto de las divisas. Y algunas de las mayores economías latinoamericanas no son la excepción.

Argentina, Chile y Colombia son los tres países que han sufrido las peores devaluaciones de sus monedas en lo que va de este año frente al dólar.

En cambio, México no ha visto grandes turbulencias en el mercado cambiario, mientras que el real brasileño y el sol peruano no han recibido el golpe hasta ahora y, por el contrario, se han apreciado en los primeros seis meses de este año.

Que la moneda de un país se deprecie hace que aumente el precio de los productos importados, aumenta la inflación y encarece el pago de las deudas en dólares, una situación que puede generar presiones fiscales en los países que vaciaron sus arcas por la pandemia y actualmente tienen muy poco margen de maniobra.

¿Por qué se han devaluado tanto las monedas de Argentina, Chile y Colombia? Aunque comparten un telón de fondo común en el frente internacional, cada uno tiene sus propias razones internas que han contribuido a la depreciación de sus monedas.

Argentina

El peso argentino encabeza el ránking de las monedas más depreciadas en Latinoamérica durante la primera mitad de este año entre las mayores economías de la región.

Sin duda, la actual pérdida de valor de la divisa es parte de una tendencia histórica. Tras décadas de crisis económicas, con recurrentes ciclos inflacionarios, los argentinos no confían en el peso como moneda de reserva, y optan por refugiarse en el billete verde.

Hoy, un peso equivale a menos de un centavo de dólar (contrastado contra el dólar del mercado libre ni siquiera llega a medio centavo).

“El motivo de esta tremenda devaluación, una de las peores del mundo, se resume en una sola cosa: falta de confianza”, explica Verónica Smink, corresponsal de BBC Mundo en Argentina.

En los últimos años, agrega, a los problemas macroeconómicos se han sumado cuestiones políticas que han acelerado el proceso de devaluación.

Las peleas públicas entre el actual mandatario Alberto Fernández, y su poderosa vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner —que llevaron a la renuncia el 2 de julio del ministro de Economía—, también han generado incertidumbre, provocando una nueva alza (y consecuente devaluación del peso).

Fernández y Kirchner, agrega, tienen dos visiones muy opuestas sobre la política económica y, particularmente, sobre cómo enfrentar el acuerdo con el FMI.

Mientras el mandatario está a favor de continuar con el acuerdo firmado en marzo, la vicepresidenta está claramente en contra.

En ese escenario y con una economía que ha emitido mucha moneda en los últimos dos años, producto de la pandemia, “hay muchos pesos circulantes que, en un contexto de aceleración inflacionaria y de incertidumbre política, hacen que las personas deseen refugiarse en el dólar como reserva de valor”.

Argentina tiene una inflación interanual cercana al 64 por ciento y las proyecciones hacia fin de año apuntan a una subida mucho mayor.

Chile

La moneda chilena venía debilitándose frente a la divisa estadounidense, pero cuando marcó momentáneamente un récord histórico de 1.000 pesos por dólar el 6 de julio, provocó un fuerte debate sobre qué está ocurriendo en el mercado cambiario.

El peso chileno es la segunda moneda que más se ha depreciado en 2022 entre las grandes economías de América Latina.

Para Leonardo Suárez, director de Estudios de LarrainVial, una firma de servicios financieros, la principal razón de la escalada del dólar en Chile es el aumento del déficit en cuenta corriente, es decir, que el gasto en las importaciones de bienes y servicios es superior a los ingresos por las exportaciones.

Este déficit, agrega, fue impulsado por un “exceso de gasto” el año pasado, en el contexto de una inyección de liquidez masiva, tanto por las ayudas fiscales a raíz de la pandemia, como por el retiro anticipado de los fondos de pensiones.

La depreciación cambiaria, dice, ya venía desde fines de 2019, cuando en medio del estallido social se logró un acuerdo político para cambiar la Constitución. A partir de ese momento, afirma, “se produjo un castigo al tipo de cambio”.

Y en el último mes, ocurrió una abrupta caída del precio del cobre, provocando una mayor depreciación del peso chileno frente al dólar, dado que el 56 por ciento del total de las exportaciones chilenas son cobre.

En ese contexto, el pasado jueves, el Banco Central de Chile intervino en el mercado cambiario con un monto de hasta 25 mil millones de dólares para tratar de frenar la caída del peso

En los últimos días, explicó el emisor, “la depreciación del peso se ha dado con una intensidad y volatilidad inusualmente altas, lo cual ha tensionado la formación de precios del mercado cambiario”.

Colombia

La moneda colombiana “se ha devaluado más que la mayoría de sus pares en América Latina”, dice Ricardo Ávila, analista senior del periódico colombiano El Tiempo, en diálogo con BBC Mundo.

Efectivamente, el peso colombiano ocupa el tercer lugar del ránking después de Argentina y Chile.

Además del contexto internacional que ha empujado a grandes inversores a refugiar sus capitales en activos menos riesgosos, “en el caso de Colombia hay un elemento extra que tiene que ver con el riesgo político”, explica Ávila.

Desde su perspectiva, existe preocupación por la llegada de Gustavo Petro al poder, en la medida que ha entregado el mensaje de que Colombia va a depender cada vez menos del petróleo, que es el principal producto de exportación.

Ante la perspectiva de que Petro no va a firmar nuevos contratos de exploración petrolera, por ejemplo, las proyecciones muestran, señala Ávila, que en 2026 Colombia tendría que empezar a importar gas y en 2028 Colombia tendría que empezar a importar petróleo.

Si se hace realidad esa promesa, existe el temor de que Colombia enfrente un déficit de divisas y devaluación, explica.

Fuente: Los Tiempos

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