Los prodemocracia protestaron de nuevo en Tailandia, pese a prohibición de marchar

Decenas de miles de manifestantes desafiaron el domingo, por cuarto día consecutivo, la prohibición de reunión en Bangkok para reclamar la renuncia del primer ministro y una reforma de la monarquía, tras lo que se dispersaron en calma.

La concentración más grande, que se reunió en el Monumento de la Democracia en el centro de la capital, cantó el himno nacional, saludando con los tres dedos, un gesto de resistencia tomado del filme “Los juegos del hambre”.

“¡Disolución del Parlamento!” “Vergüenza para el dictador”, coreaba la multitud.

Las tensiones del viernes, cuando la policía forzó a los manfestantes a retirarse utilizando cañones de agua y procediendo a una serie de detenciones, no disuadieron al movimiento, estudiantes en su mayoría.

Varios manifestantes llevaban retratos de líderes del movimiento detenidos en los últimos días, entre ellos el activista Anon Numpa encarcelado desde el viernes en Chiang Mai (norte).

“Hablar libremente del rey”

Un manifestante pro-democracia que lleva equipo de protección participa en una manifestación contra el gobierno en Bangkok el 18 de octubre de 2020, desafiando un decreto de emergencia que prohíbe las reuniones

“No habrá democracia en este país sin una reforma de la monarquía”, expresó un joven de 24 años, que pidió el anonimato.

“Quiero poder hablar libremente del rey, es un derecho legítimo”, afirmó una estudiante.

El movimiento exhorta a la derogación de la ley de lesa majestad que castiga con tres a quince años de prisión toda difamación o insulto contra el monarca y su familia.

También pide más transparencia en las finanzas de la rica monarquía y la no injerencia del soberano en los asuntos políticos, un tema tabú en el país hasta hace unos meses.

El rey Maha Vajiralongkorn no comentó directamente estas manifestaciones, pero declaró en la televisión pública que Tailandia “necesita un pueblo que ame su país, la institución” que representa la monarquía.

“El gobierno está dispuesto a escuchar a todo el mundo”, declaró este domingo el portavoz del ejecutivo, Anucha Burapachaisri.

Pero seguiremos “vigilando a quienes no tienen buenas intenciones y que podrían aprovechar las manifestaciones para crear violencia”, agregó.

Otras dos concentraciones, menos imortantes, se celebraron en la ciudad. Los organizadores había llamado a otras manifestaciones en varias provincias del reino, y también en Francia, Estados Unidos, Canadá e incluso en Noruega.

Los manifestantes “ahora han demostrado que son una fuerza con la que hay que contar. Sus demandas son enormes, pero es poco probable que vuelvan con las manos vacías”, señaló Thitinan Pongsudhirak, politólogo de la Universidad Chulalongkorn de Bangkok.

Reforma constitucional

El movimiento, que se manifiesta desde hace tres meses, reclama una reforma de la Constitución.

“Se debe cambiar la enmienda sobre los senadores”, totalmente nombrados por el ejército, dijo Phat, un abogado de 24 años, que participó en la concentración.

El movimiento reclaman también la dimisión del primer ministro, Prayut Chan O Cha, llegado al poder por un golpe de Estado en 2014 y legitimado por controvertidas elecciones el año pasado.

Algunos denuncian su “mal” balance económico en un país muy dependiente del turismo y bloqueado por la pandemia de coronavirus, que está en plena recesión con millones de personas desempleadas.

El militar ha advertido que no renunciará, amenazando con un toque de queda si la situación continúa.

Las autoridades promulgaron el jueves medidas de urgencia para intentar romper la protesta, que incluye la prohibición de las reuniones de más de cuatro personas y de las publicaciones en internet consideradas “contrarias a la seguridad nacional”.

Ese decreto, considerado por Human Rights Watch como una “luz verde” para “violar los derechos fundamentales”, fue motivado por incidentes que ocurrieron contra una comitiva real.

Tailandia está acostumbrado a la violencia política y ha registrado 12 golpes de Estado desde la abolición de la monarquía absoluta en 1932.

AFP.

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