Con el rostro tapado por mascarillas negras, miembros del Gobierno de España y de las más altas instituciones del Estado, junto con representantes de la sociedad civil y dirigentes extranjeros, rindieron homenaje el jueves a las víctimas de la pandemia del coronavirus y a los trabajadores sanitarios que la combaten en una ceremonia que estuvo presidida por el rey Felipe VI.
Muchos de los aproximadamente 400 invitados que acudieron al exterior del Palacio Real de Madrid, entre los que se encontraban familiares de algunas de las más de 28.000 víctimas de la enfermedad en España, uno de los países más afectados de Europa, depositaron rosas blancas sobre un pebetero con una llama encendida que presidía la plaza de la Armería.
El rey dijo a los familiares de las víctimas: “No están solos en su dolor; es un dolor que compartimos; su duelo es el nuestro, que aquí se hace presente ante todos los españoles”.
Felipe VI dijo que muchos de los muertos eran ancianos, cuyas “vidas cambiaron el rumbo de nuestra historia, afirmaron la libertad y la tolerancia y construyeron día a día el edificio de nuestra convivencia democrática”.
El rey elogió a las familias por cumplir con uno de los confinamientos más duros de Europa “con una gran entereza, abnegación y disciplina “, lo que, según él, ha sido fundamental para combatir la pandemia.
“España ha demostrado su mejor espíritu. Porque cuando pasen los años y recordemos esta época, estos días, recordaremos también que nos hemos dado un ejemplo, una vez más en nuestra historia, de civismo, de madurez, de resistencia, de compromiso con los demás”, dijo.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y otros altos dirigentes de la UE, así como el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, también asistieron al acto de tributo a las víctimas en el patio de la Armería del palacio Real.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, rindió homenaje “a los servidores públicos que han luchado contra la pandemia”.
En un raro momento de unidad, a pesar de las frecuentes tensiones con Madrid por la deriva independentista de Cataluña, el líder del gobierno de la Generalitat, Quim Torra, estuvo presente en el evento.
Sin embargo, el partido de ultraderecha Vox (la tercera fuerza parlamentaria en España) se negó a asistir, calificando el evento como “una ceremonia exculpatoria de un Gobierno que oculta a la mitad de los muertos”.
REUTERS.