Millones de estudiantes regresaban el lunes a clases de manera virtual en México tras concluir un singular periodo vacacional, con una enorme deserción en las escuelas privadas debido al golpe económico generado por la pandemia del coronavirus.
Aunque no hay cifras definitivas y el Gobierno dice que aún es difícil cuantificar, gremios de las instituciones escolares particulares calculan que casi dos millones de alumnos de todos los niveles académicos habrían dado de baja y buscado migrar al saturado sistema público.
“Estamos ante una crisis tremenda”, dijo Alfredo Villar, presidente de la Asociación Nacional de Escuelas Particulares, que afilia a más de 6,000 centros de estudios en el país. “Muchas escuelas están quedándose sin población y seguramente van a tener que cerrar”.
Tratando de retener la mayor cantidad de alumnos, muchas de estas instituciones están buscando llegar a acuerdos con los padres de los escolares, flexibilizando su oferta de becas y otorgando descuentos y facilidades para el pago de las cuotas, que para algunos parecen ser insuficientes.
“Es ridículo. Nos descontaron un 3% (de la colegiatura), pero previamente la habían subido un 30% en el ciclo anterior”, recordó molesta Alicia Martínez, una ama de casa de 37 años, quien desde el inicio de la crisis comenzó a batallar para mantener a sus dos hijos en el colegio de paga.
A principios de agosto, el Gobierno anunció un convenio con las principales televisoras del país para dictar el nuevo ciclo académico a través de sus señales para los más de 30 millones de alumnos de poco más de 216,500 escuelas públicas, debido a que la propagación del virus no termina de ceder.
Desde el inicio de la emergencia en marzo, las autoridades pidieron al sector cerrar sus puertas y terminar a distancia el periodo escolar, para resguardar a los alumnos en sus casas.
Del sistema privado al público
El negro panorama también ha obligado a los más de 48,000 colegios privados, que atienden a un 15% del total de la matricula nacional, es decir más de cinco millones de alumnos, a suspender el regreso a las aulas y optar por las clases en línea, un duro revés para muchos institutos que deben su prestigio a su equipamiento e instalaciones.
Al menos 15 padres que hablaron con Reuters en los últimos días dijeron que habían dado de baja a sus hijos de escuelas privadas con la intención de inscribirlos en el sistema público.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha dicho que está preparada para recibir a los estudiantes que abandonen los colegios particulares por los efectos de la epidemia.
“El sistema educativo en México es muy poderoso. Nadie se va a quedar afuera, estamos preparados para recibir esa migración que se de escuelas privadas de forma natural por las condiciones económicas”, dijo recientemente Marcos Bucio, subsecretario de Educación Básica en una conferencia de prensa.
De acuerdo con la SEP, se podría tener un cálculo de la deserción de escuelas privadas hasta después de septiembre cuando el periodo de inscripciones al ciclo escolar culmine definitivamente.
Expertos aseguran que la tormenta sería un duro golpe para al sector educativo en México, especialmente después de que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, derogó el año pasado una reforma que según la administración anterior buscaba fortalecer el sistema local de enseñanza, uno de los peores calificados entre los países de la OCDE.
Según proyecciones de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP), otra asociación local del gremio, la mayoría de sus 3,500 afiliados vería caer su matrícula hasta en un 30% durante el actual año escolar. Aunque algunos otros de sus miembros podrían reportar una baja de hasta un 60%.
“La situación es verdaderamente caótica”, afirmó su presidenta, María de Jesús Zamarripa. “Con menos niños en los grupos, seguramente muchas escuelas se verán obligadas a hacer ajustes en su personal”, agregó.
Zamarripa explicó que en los próximos días representantes del sector presentarán ante el Gobierno una serie de peticiones para tratar de mantenerse a flote, entre ellas, la exención del pago de algunos impuestos mientras dura la pandemia. “Tenemos esperanza en que esto se dé”, dijo.
REUTERS.