El ministro chileno del Interior, Víctor Pérez, jefe del gabinete del presidente Sebastián Piñera, renunció sorpresivamente este martes luego de tres meses en el cargo, tras ser suspendido por la Cámara de Diputados por cuestionamientos sobre su actuación durante protestas.
Pérez anunció su renuncia luego de que la Cámara de Diputados decidió por 80 votos a favor, 74 en contra y una abstención, aprobar la acusación constitucional presentada por parlamentarios de oposición.
La medida señala al ministro por su actuar “negligente” en una protesta de camioneros en el sur de Chile, en la que se le acusa de ser benevolente con los camioneros, y por su rol como superior jerárquico de la Policía en actos de represión de manifestaciones sociales.
“No solamente estoy suspendido, estoy renunciando como ministro del Interior”, dijo Pérez en una declaración ante la prensa en el Congreso tras la suspensión.
La acusación constitucional se refiere a una disposición reservada al Congreso que permite determinar la responsabilidad de altos funcionarios públicos en un hecho determinado.
Tras la suspensión, la acusación en contra de Pérez debía ser sometida a otra votación en el Senado –la próxima semana- para determinar si era destituido o no.
Pero ante la posibilidad de dejar al gobierno con varios días sin un jefe de gabinete, Pérez optó por renunciar y acometer su defensa en el Senado ya despojado de su cargo. Arriesga hasta cinco años de suspensión para asumir cargos públicos.
“No quiero que mi persona sea obstáculo (…) yo voy a ir al Senado como ciudadano sin que el Presidente tenga obstáculos”, sostuvo Pérez, de 66 años, un reconocido político ultraconservador, quien durante la dictadura de Pinochet (1973-1990) ejerció como alcalde designado de la ciudad de Los Ángeles, en el sur de Chile, entre 1981 y 1987.
Piñera aceptó la renuncia de Pérez pero aseguró en un comunicado su convicción de que el exministro “ha cumplido con todos sus deberes, ha respetado la constitución y las leyes y no ha incurrido en ninguna causal de acusación constitucional”.
El mandatario nombró interinamente en el cargo a Juan Francisco Galli, quien era el subsecretario del Interior.
Pérez ocupó el cargo de ministro de Interior durante tres meses en los que fue duramente cuestionado por no haber aplicado el principio de igualdad ante la ley en una protesta de camioneros –reconocidos aliados de la derecha- en la región de La Araucanía, en la cual no ordenó a la fuerza policial desocupar las carreteras bloqueadas, a diferencia de lo que ocurre con otras protestas sociales, fuertemente reprimidas.
También fue criticado el actuar de los Carabineros (Policía) en una manifestación en el centro de Santiago, donde un adolescente de 16 años cayó al lecho del rio Mapocho tras ser empujado por un policía.
Tres ministros del Interior en un año
Pérez es el tercer ministro del Interior en poco más de dos años del gobierno de Piñera. En julio pasado, reemplazó al joven político Gonzalo Blumel, quien entró al gabinete tras las protestas sociales que estallaron el 18 de octubre de 2019.
Blumel había reemplazado a Andrés Chadwick, primo del presidente Piñera y quien era considerado el hombre más influyente del gobierno.
Chadwick fue destituido por Piñera y luego fue interpelado en diciembre del año pasado por el Congreso, que lo inhabilitó para cargos públicos por cinco años.
Tras tres décadas como diputado y senador en el Congreso, Pérez fue nombrado ministro del Interior y su postulación al cargo fue una apuesta del partido ultraconservador Unión democrática Independiente (UDI) ya que no era parte del entorno más cercano del presidente Piñera.
La suspensión de su cargo transformó a Pérez en el primer jefe de gabinete en atravesar por esa situación desde que Chile retorno a la democracia en 1990.
AFP.