El ministro de Agricultura de Irlanda presentó su dimisión el viernes, señalando que había dañado los esfuerzos del país en su lucha contra la COVID-19 al asistir a un evento social que la policía investiga por presuntamente violar las normas sanitarias.
Dara Calleary fue uno de los más de 80 invitados a una cena en un hotel organizada por la sociedad de golf del parlamento irlandés, la noche después de que él y sus colegas del gabinete reforzaran de forma significativa las restricciones nacionales para tratar de frenar el aumento de los contagios.
Irlanda ha mantenido algunos de los controles más estrictos de Europa y el gobierno fue criticado toda la semana por unas nuevas restricciones que muchos consideraron mal comunicadas y contradictorias, entre ellas la limitación de las reuniones en interiores a sólo seis personas.
Otros políticos, entre ellos el comisario europeo de Comercio, Phil Hogan, asistieron a la cena, que ha provocado una ola de indignación pública.
“Quiero disculparme con todos (…) He dañado el esfuerzo nacional para tratar de enfrentar el COVID,” dijo Calleary la emisora Radio Midwest. “He defraudado a la gente, he enojado a muchas personas, he estresado a mucha gente que ha tenido que tomar decisiones muy difíciles en los últimos seis meses”.
El primer ministro Micheál Martin aceptó su dimisión, indicando que Calleary tomó la decisión correcta para el país.
El Irish Times citó a una persona que se alojó en el hotel y que pidió el anonimato y que no vio que se respetasen las normas de distanciamiento social en la reunión. Agregó que los invitados no llevaban mascarillas y que se dieron la mano.
La policía irlandesa dijo que estaba investigando el evento por presuntas infracciones de las normas de salud pública.
REUTERS